El stripper asesino: La perturbadora historia de John Alberto Glen Calvo y el crimen que sacudió a Panamá
La sociedad panameña fue testigo de uno de los casos criminales más impactantes de su historia.
La mañana del 13 de octubre de 1998, la empresaria panameña Dolores Alfaro Chapman de Eskildsen perdió la vida de manera brutal a manos del costarricense John Alberto Glen Calvo, conocido como “el stripper asesino”.
Este caso no solo marcó un precedente en el ámbito judicial, sino que dejó abiertas preguntas sobre los controles migratorios y la calidad de algunos extranjeros que ingresan al país.
De bailarín a asesino
Glen Calvo, originario de Guadalupe, en Goicoechea de San José, Costa Rica, era conocido en el mundo del entretenimiento como Jhonny Anthony. Su apariencia atractiva y su carisma le abrieron puertas como bailarín y coreógrafo, pero detrás de su fachada seductora se ocultaba un hombre acusado de múltiples crímenes. En su país natal, enfrentaba 33 acusaciones de violación, de las cuales había sido condenado por tres. Sin embargo, logró escapar y refugiarse en Panamá antes de cumplir su condena.
El crimen de Dolores Alfaro
Dolores Alfaro, una destacada ejecutiva en bienes raíces, fue contactada por Glen Calvo con el pretexto de adquirir una propiedad en Altos del Golf, en Parque Lefevre. Al llegar al lugar, la situación dio un giro mortal. Según el proceso judicial, Glen intentó seducirla, y tras su rechazo, la sometió violentamente. La lucha de Dolores contra su agresor no fue suficiente para evitar la tragedia: fue golpeada y apuñalada en un acto de extrema violencia.
Días antes, el costarricense había intentado un ataque similar con otra agente inmobiliaria, pero desistió al notar la presencia de vigilancia en el lugar. Este hecho subraya la premeditación con la que operaba.
Juicio y condena
Capturado en Carrasquilla mientras preparaba su fuga hacia Colombia, Glen enfrentó un juicio en el que fue declarado culpable de homicidio doloso agravado. El jurado deliberó por apenas una hora antes de emitir su veredicto. En marzo de 2001, recibió una sentencia de 20 años de prisión. Además, en 1999 ya había sido condenado a más de ocho años por delitos sexuales contra dos mujeres en Panamá.
Evasión y una ola de crímenes
En 2006, Glen Calvo escapó de la cárcel La Joya junto a narcotraficantes colombianos, utilizando un método que involucró la sedación de sus custodios. Desde entonces, su historial criminal continuó. En Colombia, haciéndose pasar por productor de televisión, atacó a al menos 18 mujeres, incluidas 9 menores de edad. Perseguido por las autoridades, huyó a Venezuela, donde fue capturado en 2009 por irregularidades en su documentación.
Un anhelo de justicia
Aunque Panamá ha solicitado su extradición, Glen Calvo permanece en Colombia enfrentando los casos de delitos sexuales que cometió allí. Este criminal, cuyo nombre sigue siendo sinónimo de terror, dejó una marca indeleble en Panamá. Hoy, las autoridades panameñas aún esperan que regrese para responder por sus crímenes en suelo istmeño.
Este caso es un recordatorio de la necesidad de fortalecer los controles migratorios y garantizar que personajes como Glen Calvo no encuentren refugio en nuestras fronteras.