El misterio que envolvía la desaparición de Daniel Jaén Katuy, de 22 años, terminó con un descubrimiento escalofriante. Su cuerpo fue encontrado la tarde del jueves 13 de marzo en una fosa clandestina dentro de un área boscosa de Río Alejandro, corregimiento de Puerto Pilón, provincia de Colón.
Vecinos de la comunidad sintieron un fuerte hedor proveniente de la maleza y, al investigar, tropezaron con un montículo de tierra removida. Al cavar un poco, lo confirmaron: había un cuerpo enterrado. De inmediato, notificó a la Policía Nacional, que acordonó la zona y llamó a la Fiscalía de Homicidios para iniciar la investigación.
Aunque las autoridades aún no han confirmado la identidad del cadáver, los indicios apuntan a que podría tratarse de Daniel Jaén Katuy, quien había sido visto por última vez el lunes. Un saco lleno de latas fue encontrado cerca de la fosa, un detalle clave, ya que el joven se dedicaba al reciclaje.
Familiares y amigos llevaban días recorriendo la comunidad con la esperanza de encontrar con vida. Nunca imaginaron que la búsqueda terminaría de la peor manera.
Las autoridades trabajan en la recolección de pruebas para esclarecer lo ocurrido. La causa de la muerte y el móvil del crimen aún son desconocidos, pero la forma en que el cuerpo fue escondido en una fosa clandestina sugiere que el asesino quería borrar toda evidencia. Mientras Colón sigue sumando homicidios sin resolver.