La muerte lo esperaba en la estación de gasolina. José De Jesús Pérez Muñoz, de 35 años, fue brutalmente ejecutado en la bomba Terpel de Condado del Rey la noche del lunes 27 de enero.
Eran cerca de las 10:00 p.m. cuando los disparos rompieron la tranquilidad del sector. Sicarios lo emboscaron y le quitaron la vida a sangre fría. Tras el crimen, el vehículo en el que se transportaba, un Kia Rio negro, desapareció del lugar solo para ser hallado abandonado en la autopista Madden.
Las autoridades rastrearon los movimientos del auto y descubrieron que, minutos después del asesinato, cruzó por el peaje de Madden con dirección a Colón, como si los asesinos hubieran planeado todo al detalle.
Las pistas que dejó el asesino
Dentro del vehículo, la Fiscalía de Homicidios encontró una serie de objetos intrigantes: Un sombrero azul, un par de zapatillas negras, un suéter negro, un par de chancletas de color negro estampadas de color blanco y una cartera con documentos de la víctima.
El auto, registrado a nombre de la empresa de alquiler Good Cars, había sido rentado por el propio José De Jesús Pérez Muñoz, quien residía en Vacamonte y San Isidro.
El caso está lejos de cerrarse. Fotografía Forense analizará los videos de la gasolinera Terpel para identificar a los responsables de este asesinato calculado al milímetro. Mientras tanto, la Policía sigue tras la pista de los asesinos que desaparecieron en la noche, dejando más preguntas que respuestas. ¿Venganza, ajuste de cuentas o algo más oscuro?