Fueron unos minutos de angustia y decisivos, pero gracias a la rapidez y constantes capacitaciones en primeros auxilios brindadas por la Policía Nacional, pudo salvarle la vida una niña de tan solo un años y 10 meses, la noche del martes 5 de septiembre en el sector de Loma Colorada, en la provincia de Chiriquí, anécdota que le quedará para el resto de su vida.
El cabo Primero José Espinosa es miembro del Grupo de Acción Rápida (GAR) de Chiriquí. Afortunadamente, la niña a la que salvó ya ha sido dada de alta del Hospital Materno Infantil José Domingo De Obaldía y ahora descansa, sonríe y juega en casa junto a sus padres y hermanos.
Mi Diario conversó con este héroe oriundo de David, en la provincia de Chiriquí, y nos contó que aún le sigue dando gracias a Dios por darle esa noche la calma y la valentía para enfrentar por primera vez, en sus 9 años y 11 meses como policía, una situación como esta.
Conmovedor relato
Cuenta hoy el cabo Primero José, un poco más tranquilo, que esa noche estaba junto al teniente Pedro Concepción y el agente Bladimir Jiménez realizando recorrido preventivo como habitualmente lo hacen cada vez que están de turno. Ellos deciden realizar un punto de observación y se estacionan frente al minisuper ‘La Felicidad’.
Cuando ya tenían 4 minutos de estar en el lugar, observan a una mujer a unos 200 metros que venía corriendo hacia ellos con un bebé en brazos pidiendo ayuda, ya que se había ahogado comiendo y había dejado de respirar.
La desesperación era total. La madre de la infante, de 21 años de edad, gritaba con desesperación que salvaran a su hija, por lo que inmediatamente le vino a la mente al cabo Primero su única hija de 13 años.
Los tres minutos más largos de su vida
Ante la impactante escena, José pudo controlar la situación y se llenó de calma y valor y puso en práctica lo aprehendido dentro de la institución de seguridad; tomó a la infante en sus brazos y le realizó la maniobra de atragantamiento para infantes, la cual consiste en cinco golpes en la espalda y cinco compresiones abdominales, proceso que duró 3 minutos hasta que la niña pudo expulsar la masa de comida que le impedía respirar.
“Mientras que le daba los primeros auxilios, en mi mente le pedía a Dios ayúdame, ayúdame, ayúdame y al mismo tiempo pensaba en un plan ‘B’ por si la bebé no llegaba expulsar el cuerpo extraño que no la dejaba respirar, pero Dios me escuchó y luego de los 3 minutos, la bebé volvió a respirar”, expresó José, quien se siente orgulloso de ser policía.
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“Ver a la niña respirar fue una satisfacción grande y única que no tiene explicación”, expresó el hombre que cumplió el juramento de “proteger y servir”.
Los médicos del Hospital Materno Infantil José Domingo De Obaldía felicitaron a José por el correcto y oportuno procedimiento de primeros auxilios que le brindó a la bebé, ya que de no ser así, la menor habría fallecido. Finalmente, el resultado fue el deseado: José pudo salvarle la vida.