El Código Penal establece en su artículo 133 que, “quien, culposamente, cause la muerte de otra persona será sancionada con una pena de tres a cinco años de prisión”. Esta disposición podría aplicarse en el caso del trágico accidente ocurrido en Hato Pintado, corregimiento de Pueblo Nuevo, donde un joven mecánico perdió la vida tras ser embestido por un vehículo conducido por un adulto mayor.
La tragedia tuvo lugar en la estación de combustible Delta, en la avenida 12 de Octubre, cuando Ricardo Samaniego Rodríguez, de 31 años, guiaba a René Alberto Rodríguez Doyer, de 77 años, mientras este intentaba subir su camioneta Hyundai Tucson a un elevador hidráulico. Un error fatal transformó lo que debía ser una tarea rutinaria en un acto devastador: el conductor aceleró en lugar de frenar, aplastando al joven contra una pared.
La Fiscalía aún no confirma la fecha para la audiencia de control, pero el conductor podría enfrentar cargos por homicidio culposo, según la normativa vigente. Un segundo trabajador del taller resultó herido y fue trasladado de inmediato a un hospital cercano, pero se desconoce su condición de salud.
Para la familia Samaniego, esta Navidad no será igual. El joven Ricardo, descrito por amigos y compañeros como un hombre trabajador y generoso, deja un vacío irremplazable. “Era su pasión, amaba trabajar en su taller junto a su padre. Esto no debió pasar”, lamentó uno de los testigos que se acercó al lugar.
Mientras tanto, la comunidad de Hato Pintado, conmocionada por la tragedia, rinde homenaje a un joven cuya vida fue truncada en el lugar donde construía sus sueños.