Un hombre que conducía un auto tipo sedán por el sector de la Avenida José Agustín Arango, cerca de las 11:00 p.m. de este sábado, 13 de septiembre, pasado el toque de queda, fue retenido en un punto de control de la Policía y se rehusó a hacer la prueba de alcoholemia.
El conductor que se identificó supuestamente como un chef, que tenía salvoconducto, pues laboraba en dos restaurantes que asegura se mantienen abiertos, argumentó que no estaba bebiendo licor, pero que no soplaría en el aparato alcohosensor o alcoholímetro, conocido como ‘guarómetro’, por razones de bioseguridad.
“Yo no voy a soplar allí, porque no voy a poner mi seguridad y la de la señorita que trabaja conmigo, al margen de la ley. Allí está mi salvoconducto. Mis restaurantes están abiertos... yo trabajo en restaurantes y los dos están abiertos”, manifestaba el hombre.
“Nosotros estamos en una pandemia y yo no voy a soplar donde yo he visto dos carros pasar y soplar allí”, reiteró.
“¿No vas a soplar?”, le preguntó nuevamente el agente policial.
El conductor volvió a reiterar que no.
"No y no es porque haya tomado alcohol”, aclaró el conductor que terminó siendo conducido hacia el cuartel de Metro Park, para los trámites ante el Juez de Paz.
Las autoridades han explicado que las boquillas utilizadas en los alcohosensores son desechables. La unidad policial debe enseñarle al conductor la boquilla sellada en su plástico antes de ser utilizada. Se investigará si fue el procedimiento en este caso.