A una semana del homicidio de Ezequiel Fernando Mero Powell, las autoridades siguen sin pistas de su asesino.
Eran las 6:45 p.m. del lunes 7 de septiembre de 2020, cuando la Policía Nacional acudió al sector 35 de Veranillo, corregimiento de Belisario Porras en el distrito de San Miguelito, por el hallazgo de un cadáver.
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Ya en el lugar los miembros de la fuerza pública confirmaron la ubicación de un cuerpo que yacía tirado a un costado del muro, de la Ciudadela Juvenil. Pero lo que se presumía como muerte natural quedó descartado al revisar el cuerpo los paramédicos del 911, observaron hematomas en el rostro y otras partes del cuerpo.
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Finalmente a las 10:40 de esa noche, al culminar el levantamiento del cadáver por parte de Criminalística y el Ministerio Público se conoció que la víctima presentaba una herida en el lado izquierdo del tórax, otra en el lado derecho, en el cuello y brazo izquierdo y dos orificios en la espalda del lado izquierdo.
Sin embargo, en el lugar nadie vio, ni escuchó nada. Se determinó que al momento del hallazgo no tenía más de 4 horas de fallecido.
