Se estrecharon en un fuerte y efusivo abrazo y elevaban los brazos en señal de victoria. La directora del Instituto Nacional de la Mujer, Nelly Herrera, y la empresaria Rina Aswani celebraron así la sentencia que condenó este viernes, 10 de febrero, al su esposo de Aswani, el también empresario Rajesh Mohinani, de 45 años de edad, a cinco años de prisión por violencia doméstica.
“Se hizo justicia”, dijo Herrera tras finalizar la lectura de la sentencia.
Previamente, al culminar los 5 días de juicio y conocer el veredicto de ‘culpable’, Rina Aswani dijo que volvió a recuperar la fe. “Puedo cerrar un capítulo. Agradezco al Tribunal que escuchó todas las pruebas y por fin se pudo demostrar que nunca estuve loca”.
Herrera manifestó que “con el apoyo del Instituto Nacional de la Mujer se logró justicia en los tribunales para Aswani”.
Explicó que “a su agresor y esposo se le condenó a una pena de 5 años por dos de los tres jueces (Iveth Francois Vega, relatora, y Roberto Tejeira, tercer juez),... ya que la juez Leyra Terán, presidenta del Tribunal de Juicio, consideró que la pena debía ser mayor, por la gravedad del delito ya que se acreditaron violencia psicológica, violencia económica y violencia física, más otras circunstancias”.
Para esta juez, la pena aplicada debió ser de 7 años de prisión.
“Pero el criminal fue condenado a cinco años... Gracias al Órgano Judicial, Ministerio Público y gracias al equipo psicosocial y Jurídico del Instituto Nacional de la Mujer”, concluyó su directora, Nellys Herrera.
Rina Laxman Aswani, de origen indostán, co-fundadora y propietaria de Mohinani Group, representantes exclusivos de marcas como Pandora, Thomas Sabo, Lush, Hearts on Fire, Breitling y Hublot, desde 2007 en Panamá, se armó de valor y no solo presentó una denuncia formal contra su esposo, sino que elevó el caso a las redes sociales donde se viralizó.
Esto, luego de que el 2 de septiembre de 2018, ocurrió un incidente en el que ella sostuvo que fue agredida física y verbalmente por él. La disputa abarcó también el ámbito económico y psicológico.
Fueron cinco años de lucha jurídica, hasta que el hombre fue llevado a juicio y encontrado culpable por el delito contra el orden jurídico familiar y el estado civil, en la modalidad de violencia doméstica.