Hace unos días se hizo una bulla porque agarraron a una banda de funcionarios de la Caja de Seguro Social (CSS) que al parecer hurtaba las medicinas de la entidad y luego las comercializaba afuera.
Hay varios imputados y de comprobarse las fechorías deberán pagar por su delito.
Pero la entidad tiene muchas explicaciones que darnos y no lo hace, pero ni crea que esto nos va a apartar de estas exigencias de transparencia, porque todo el país sabe que el Seguro no se maneja profesionalmente en todas sus áreas, sino que es un botín político de los partidos de turno.
LEA TAMBIÉN: Yanibel Ábrego asegura que la atacan por ser ‘pobre’ y lo atribuye a una ‘lucha de clases’
Esta administración quiso montar una estructura para comprar medicinas para favorecer a una empresa cuestionada y el propio presidente de la República tuvo que echar la jugarreta para atrás. No pasó más nada.
Hay miembros de la directiva investigados por aceptar viajes pagados de proveedores, funcionarios que renuncian repentinamente y van a parar a estructuras privadas que tienen relación con la entidad. Esos peces gordos también deben ser castigados al igual que los que vendían medicinas.