Panamá vivió un fin de semana marcado por la violencia y el horror, dejando como saldo cuatro muertos y el hallazgo de un cadáver en avanzado estado de descomposición. La cifra de homicidios en el país alcanza ya 36 en lo que va del año.
El viernes por la noche, Aldhair Antonio Perea, de 23 años, fue asesinado frente a la discoteca “La Cueva del Zorro”, en Calle J, Santa Ana. Testigos relatan que dos sujetos vestidos de negro descendieron de un vehículo y dispararon contra el joven, quien esperaba para comprar su entrada al club.
En el ataque armado también resultaron heridos su hermano, de 18 años, y una mujer venezolana de 45. Ambos fueron trasladados al hospital con lesiones de bala. A pesar del despliegue policial, no se reportan aprehensiones por este homicidio.
En la madrugada del domingo, la violencia se trasladó a un baile en el sector de Villa del Carmen, corregimiento del Guásimo, en Colón. Una riña terminó en tragedia cuando Anel Lorenzo fue apuñalado durante el evento. La herida fue letal y Lorenzo murió en cuestión de segundos.
Horas después, en la tarde del domingo, una balacera en la ciudad de Colón, específicamente en la calle 3, avenida del Frente, dejó sin vida a Aldair Ceballos Ávila, de 25 años. La disputa habría iniciado en el balneario conocido como “Acapulco”, donde un grupo de personas se encontraba disfrutando antes de que la violencia estallara.
El horror continuó el sábado con el descubrimiento de un cuerpo en avanzado estado de descomposición en un lote baldío de la barriada Villa Daniela, en Las Mañanitas. Vecinos de la zona reportaron olores nauseabundos que llevaron a las autoridades a la escena. La víctima, que vestía un suéter verde y pantalón, tenía electrodos de electrocardiograma adheridos a su cuerpo, lo que añade un halo de misterio al caso.