La Fiscalía Superior Metropolitana, Sección Especializada en Homicidios, continúa realizando pruebas periciales para esclarecer los hechos que rodean la muerte de Eduardo Calderón, hecho ocurrido en la habitación 47 del Hotel El Panamá el pasado 7 de julio.
Por este caso hay un detenido, pero la fiscalía tiene fuertes indicios de la participación de otra persona, por lo que se realizan pruebas de extracción de fluidos (sangre o saliva).
La fiscalía ordenó realizar las pruebas al sacerdote separado David Cosca y a Juan Pablo Hernández, Eric Salvador González Pimentel, Marlena Mariel Rodríguez Moreno, Valentín Calderón Calderón y a Jorge Humberto Aizpurúa González.
Vinculación
Informes periciales del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses confirmaron la existencia de rastros de sangre humana en la escalera y pasillos que conducen a las habitaciones N°47 y N°48 que resultaron positivo con el perfil genético de Hidadis Santos Saavedra (imputado) y la víctima.
En entrevista en la fiscalía, Cosca corroboró haber reservado y alquilado la habitación #47 a nombre de Hidadi Saavedra, resaltando que conversó y atendió en confesión al imputado el 6 de julio y luego se retiró del lugar. Familiares del imputado han declarado que el cura lo conocía estrechamente desde hace muchos años.
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Testigo
La mañana de este martes, Valentín Calderón acudió acompañado de su abogada Sarai Isabel Blaisdell a la Sección de Homicidio de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) para someterse a pruebas de extracción de fluidos.
El día anterior estuvo el padre David Cosca durante varias horas para la misma diligencia ordenada por la fiscalía encargada del caso.
Blaisdell explicó que su apoderado fue la persona que reportó que había alguien herido en el piso y de esa manera concurren los seguridad del hotel y llaman al 911.
Criticó que posteriormente tras retirarse el personal de rescate, dos seguridad del hotel limpian toda la sangre y contaminan las pruebas.
Destacó que la residencia de su cliente fue allanada el pasado 27 de agosto en búsqueda de la llave de la habitación N°47 de color azul y tipo tarjeta.
Allanarle a un inocente es buscar un responsable de un hecho que no tiene nada que ver cuando todos saben que la llave es de la habitación que alquiló el padre Cosca', expresó molesta.
Y agregó:
Están buscando un culpable de los hechos de la habitación, que era una orgía', manifestó la abogada Sarai Isabel Blaisdell.
En el allanamiento se le llevaron a Valentín los cepillos dental y de peinarse; ropa, zapatos, zapatillas y vasos, entre otros artículos.
En medio de este escándalo, el padre Cosca se mantiene separado de sus funciones y alojado en una casa de retiro en Las Cumbres, en el área norte de la ciudad capital.
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Jairo Cornejo / Mi Diario
Foto: Raúl Valdés
Infografía: Ernesto Jaén de Mi Diario
