Los condóminios del hotel en Punta Pacífica que llevaba la marca Trump se apuntaron una victoria el jueves sobre las compañías del presidente estadounidense cuando un juez de Nueva York le impidió a una de esas firmas intentar solicitar arbitraje para recuperar el control sobre el edificio de lujo.
Por otro lado, documentos judiciales panameños obtenidos por la AP muestran que los condóminios derrotaron otro intento legal de los abogados de Trump para que la empresa del magnate retome la administración.
En Nueva York, el juez federal de distrito Edgardo Ramos falló en contra de dos empresas hoteleras de Trump tras hallar que el interés público favorecía conceder la solicitud del condóminio mayoritario del Bahía Grand Panamá, una lujosa torre de 70 pisos que solía ser operada por el negocio de la familia Trump.
Tras una amarga disputa, los condóminios expulsaron al equipo de administración del magnate y retiraron su nombre del hotel situado a la orilla del mar, con 369 habitaciones, restaurantes y un casino.
Ramos emitió su fallo tras escuchar argumentos durante dos horas.
Su decisión bloquea la demanda de la Organización Trump por 9 millones de dólares contra el condómino mayoritario Ithaca Capital, pero sí permite que los alegatos de éste procedan.
El grupo trata de que la Cámara de Comercio internacional emita una declaración de que tenía derecho a despedir a Trump del puesto de administrador del hotel debido a una mala gestión.
Perry Amsellem, abogado de Trump International Hotels Management LLC y de Trump Panama Hotel Management LLC, le dijo a Ramos que tendrá que hablar con su cliente antes de decidir si apelará.
Declinó hacer comentarios tras la audiencia en Manhattan. Joshua Bernstein, abogado de los nuevos condóminos, dijo que esperan que el fallo acelere el caso que presentó para arbitraje, el cual podría ser decidido en cuestión de meses luego de que fue interpuesto a fines del año pasado.
En argumentos presentados antes de que Ramos fallara, Bernstein dijo la compañía de Trump había presentado en arbitraje una querella por 150 millones de dólares contra los nuevos condóminos y otras personas basándose en alegatos 'disparatados y frívolos'.
En papeles judiciales, Bernstein dijo que el alegato era un 'intento de hostigar a los condóminos del hotel para que desistieran de sus bien fundamentados alegatos de mala administración contra Trump y para desviar la atención de los fracasos de Trump como operador de hoteles'.
Bernstein le dijo a Ramos que él creía que las compañías de Trump querían proceder con el arbitraje con el fin de evadir los requisitos de la corte, los cuales requieren que los abogados se aseguren de que el litigio no ha sido presentado para un propósito indebido, como por ejemplo para hostigar, incrementar el costo del litigio o demorar la aplicación de justicia.
Amsellem dijo que las compañías de Trump 'jamás harían algo así'.