Las contrataciones directas en la Asamblea Nacional (AN) –especialmente de mantenimiento y decoración– son recurrentes y costosas. Cada presidente de la AN dispone de millones en el presupuesto de la institución y, con frecuencia, se pactan contratos con empresas creadas solo para ofrecer sus servicios a este Órgano del Estado. Una revisión de las contrataciones durante la presidencia de la diputada de Cambio Democrático (CD), Yanibel Ábrego, desvela lo fructífero que es negociar con el Órgano Legislativo.
Cada año, la AN hace decenas de contrataciones directas que no pasan de los $50 mil, pues es el monto máximo que puede contratar su junta directiva. Ábrego, cuando ocupó la presidencia de la AN por dos periodos consecutivos (de 2017 a 2019), destinó decenas de miles de dólares a remodelaciones en un edificio por el que se pagó $27.7 millones y que apenas tenía tres años de inaugurado cuando ordenó las remodelaciones.
Remodelación para el PRD
Una de ellas fue la oficina de la bancada del PRD, a un costo de $49 mil 851. Sin el voto de los diputados de la bancada perredista, Ábrego no habría podido alcanzar la presidencia de la AN en 2018, cuando se postuló para el cargo por segunda ocasión. Sin embargo, la diputada afirmó a este medio –vía correo electrónico– que desconoce quién solicitó esa remodelación. Esa obra –enfatizó– “no fue realizada bajo mi administración”. Sin embargo, los documentos llevan su firma.
La diputada tampoco se refirió a las preguntas de este medio sobre las remodelaciones de las oficinas 319 y la 421 del edificio nuevo de la AN, por casi $60 mil, oficinas estas que eran ocupadas por entonces por el hoy exdiputado Quibian Panay (PRD) y Ábrego, respectivamente, según documentos oficiales. Panay –esposo de Ábrego (contrajeron nupcias en febrero de 2020)– es el actual secretario general de la AN, tras fracasar en su intento por llegar a la alcaldía capitalina en 2019.
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Abordada sobre la remodelación de la oficina 319, Ábrego esquivó el tema. Mencionó que todas las solicitudes de remodelación “procedían desde administraciones anteriores a la nuestra y es un trabajo que se viene realizando en diferentes administraciones tanto en el edificio principal, como en el edificio nuevo de la Asamblea, de acuerdo a las solicitudes y necesidades existentes”.
Estas remodelaciones fueron realizadas por Corporación Catarino, que obtuvo $110 mil en contratos durante la presidencia de Ábrego. Los directivos de esta sociedad están vinculados a Servicios Hospitalarios y Construcciones Diversas, S.A., que logró más de $112 mil en contratos directos en menos de tres meses.
De viaje
Los viajes parecen ser algo irresistible. Por ejemplo, en 2015 y 2016, cuando Ábrego ocupaba la segunda vicepresidencia de la AN, viajó –junto a Panay– a Londres, Inglaterra, y a España, en representación de la AN para participar en un foro y un seminario. En agosto de 2017, Ábrego y Panay viajaron otra vez a México, periplo pagado por la AN para participar de una reunión.
Cuestionada por esta gira a México, Ábrego indicó que “los viajes de los funcionarios de la Asamblea, incluyendo diputados a misiones oficiales, son designados por el presidente o presidenta de la Asamblea”, y que algunos de los viajes son financiados “en todo o en parte” por los organismos que invitan.
A pesar de que La Prensa dirigió sus preguntas al manejo de fondos públicos, Ábrego aseguró que “algunas de las informaciones solicitadas [por este medio] son de naturaleza privada, relacionadas a nuestra función legislativa, política y hasta de mi vida personal…”. (Vea en prensa.com todas las respuestas de Ábrego).
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