En la entrada de Capira no hay un cartel que te indique dónde te encuentras ni te dé la bienvenida. Al llegar al distrito del cercano oeste, una señal óptica te brinda una muestra de quién manda en este feudo: “Yanibel presidenta”, se lee en una valla al costado de la ruta, con la diputada Yanibel Ábrego abrazando a una abuela.
Desde que apuesta todo por quedarse con el control del segundo partido político más grande del país, Cambio Democrático (CD), la cara de Ábrego está pegada en carros oficiales, sedes de juntas comunales alineadas con su campaña, calles y hasta en el borde de la Panamericana, colocada tan alto que cuando la miras desde el carro parece estar suspendida entre las nubes.
Ábrego es la cara, la mano que mueve los hilos y pone la firma de lo que pasa en Capira, dicen vecinos en el distrito y referentes políticos en los pasillos de las instituciones públicas. También dicen que tiene muñeca política.Curiosamente, en el momento en que el proselitismo explotó en este rincón de Panamá Oeste, la Autoridad Nacional de Descentralización (AND) inyectó $3,3 millones de dólares de la descentralización paralela en juntas comunales de Capira.
Esa es la cifra de 2023 y representa el 75.45% de lo que giró esa institución en los últimos tres años a gobiernos locales del distrito.Este medio accedió a más de 3 mil registros públicos de la Contraloría de la República que revelan que la AND repartió al menos $202 millones a 475 juntas comunales del país por fuera del procedimiento legal.
La mayor parte de lo destinado a los pagos de Ábrego fue justo cuando la diputada peleó las internas del partido con Rómulo Roux: $2.5 millones solo durante el mes de marzo, en 22 órdenes de pago refrendadas por la Contraloría de la República.”El cambio de verdad”, dice el cartel de Ábrego en la entrada de Capira. Es algo que la diputada repite en actos proselitistas, como el de lanzamiento de su campaña como precandidata a la presidencia, donde tildó al actual gobierno de “nefasto”. Los números de la descentralización paralela muestran otra cosa.
Justo a tiempo
En tres años, 11 juntas comunales de Capira recibieron $4,479,500 de la descentralización paralela: Capira, La Trinidad, Caimito, Campana, Cermeño, Cirí de los Sotos y Cirí Grande, Las Ollas Arriba, Villa Carmen, Villa Rosario y Lídice.
Ocho de ellas tienen representantes del partido de Ábrego, CD. La mayor cantidad de órdenes de la AND está justo en sintonía con el calendario electoral de ese colectivo: marzo de 2023 representa cinco veces más que el monto, los segundos en el ranquin de pagos, junio de 2021 y abril de 2022, con $500 mil. Fue el momento de la batalla embarrada por denuncias de fraude de Ábrego a Roux y de fondos exorbitantes para la campaña de Roux a Ábrego.En el tercer puesto está otro mes caliente en inversiones proselitistas: mayo, con $400 mil y solo en dos días -el 3 y 4 de mayo-.
Es el mes en que largó la pelea para definir candidato a presidente en el CD, con Ábrego de precandidata. Aunque la diputada critique la gestión de Laurentino Cortizo, la descentralización paralela del Gobierno luce amable con su tropa y oportuna con sus intereses. Mientras cada vez se la ve menos con el expresidente y líder de Realizando Metas, Ricardo Martinelli, aumentan los rumores sobre reuniones con el vicepresidente y candidato del PRD, José Gabriel Carrizo.
Su mano también parece alcanzar cualquier rincón del distrito que representa en la Asamblea Nacional (AN): la mayoría de representantes le responden y muchos vecinos evitan las cámaras de La Prensa para no despertar su ira o represalias. Quienes sí quieren contar, cuentan lo que cualquiera puede ver al alejarse un poco de los márgenes de la ciudad capital.
Muchas necesidades
A pesar de los millones que Ábrego aparentemente consigue, Capira sigue teniendo cierto aire de abandono. Algunas de sus calles son de tierra, otras de ripio y, en las asfaltadas, hay tantos huecos que saltas como si avanzaras en bote por una cascada de piedras. Pero en una campaña electoral, Capira tiene peso propio y cada voto cuenta. ”Aquí antes había un centro de salud, una Infoplaza, pero después de eso nadie lo siguió y cerró”, dijo Tilsa, una mujer amable y sin dientes de 60 años, sentada en el portal de su casa.
Cada vez que necesita ver a un especialista, Tilsa camina hasta la Panamericana, espera el bus y va al seguro de La Chorrera. Parado a su lado, Eric continuó la lista: las calles rotas, no hay cementerio, nunca hicieron el puente peatonal sobre la ruta, cuya ausencia ya provocó varias muertes por atropellos. “Aquí los políticos no hacen nada, solo están para el beneficio de ellos”, dijo. Eric es un hombre de 54 años que Mi Diario encontró en el centro del distrito durante un recorrido el domingo 14 de mayo.
Lleva 20 años viviendo allí y nunca antes ha estado tan hastiado: “Ellos aparecen los últimos días de la campaña para regalar cosas y hacer cosas, para que la gente vea que están haciendo y comprar votos… y el más barato se deja comprar”, dijo. Ese fue uno de los pesares más reiterados en el recorrido por Capira: ser tratados como mercancía y no como personas, mucho menos como ciudadanos.
MIRA TAMBIÉN: En tiempos de campaña, Gobierno desvía 119 millones de descentralización para juntas comunales del PRD
Que en la lógica del tome y daca imperante, los dirigentes los vean como un recurso para mantener o conseguir el poder -y todos los beneficios que eso genera-, en lugar de una fuente de valor para la construcción colectiva de soluciones y alternativas que mejoren la vida.”Aquí nosotros mismos organizamos el comité para poder tener agua, porque en la barriada no había nunca”, dijo Luis, un vecino de 57 años de edad que llegó hace 20 a Villa Rosario, una de las 11 juntas comunales beneficiadas con el flujo de la descentralización paralela.
Un detalle: a ninguna de las más de veinte personas que conversaron con la periodista les llegó alguna vez una invitación, aviso o noticia de convocatoria de parte de alguna junta comunal para las audiencias públicas. Por ley de descentralización, deben realizarlas para que la ciudadanía defina las necesidades, las priorice y defina qué hacer con los fondos públicos.
”Los gobiernos locales llegan a su gente nomás -agregó Luis sobre la gestión de la junta comunal de su corregimiento-. Aquí progresan solo los que están con ellos, porque plata reciben, pero a los vecinos no nos llaman nunca”. Si los problemas son más que las soluciones, ¿para qué se usan los fondos de la descentralización paralela?
Nadie explica
En el sitio oficial Panamá Compra hay 421 actos publicados entre el 1 de julio de 2019 y el 15 de mayo de 2023 para 10 de las 11 juntas comunales que recibieron fondos de la descentralización paralela -Capira, La Trinidad, Caimito, Campana, Cermeño, Cirí de los Sotos y Cirí Grande, Las Ollas Arriba, Lídice y Villa Rosario-. ¿A dónde va el dinero? ¿Es para inversión social, como manda la ley de descentralización? La mayoría están vinculadas a muerte -34% de pagos a funerarias- y materiales o mano de obra para construcción -15%-.
También hay combustible, algo que los representantes usan mucho por estos días de campaña en esta zona montañosa: hay que alimentar las 4x4. En uno de esos vehículos este medio encontró al representante de Capira, Héctor Chan, a pocos metros de la junta comunal. Sentado al volante del “pick up” gris plateada con la cara de la diputada y la leyenda ‘Yanibel Ábrego presidente’, escuchó las consultas sobre los fondos de la descentralización. A la pregunta sobre el millón recibido por su JC -que al final del análisis trepó a $2.1 millones-, Chan reaccionó con sorpresa: “¿Será que vienen?”, dijo.—Hay representantes que aseguran que los diputados del distrito les gestionaron fondos extra de descentralización, ¿a usted la diputada Ábrego le consiguió eso?, se le preguntó a Chan.—No, no”, dijo, luego bajó la mirada y se despidió, poniendo en marcha la camioneta.
El método Ábrego parece articularse de esa manera de otro siglo: cuando ella da, quien recibe solo obedece. A veinte minutos de allí, también al volante de una pick up gris, pero más oscura que la de Chan, Mi Diario encontró al representante de Lídice, Luis Díaz Rivas, que habló encantado de la descentralización y dio una pista del destino: “Con la descentralización nos ha ido bien, es un proyecto muy bonito”, dijo. Enseguida acotó: “Acabaron de depositar los $110 por suerte, porque no podía no pagar a los trabajadores”.
Los $110 mil es el único depósito directo que por ley la AND debería transferir a las juntas comunales una vez al año. Tuvimos acceso a unos documentos de Contraloría que muestran que les depositaron unos fondos aparte de eso y que a Lídice les correspondieron $220 mil—, preguntó esta periodista. Díaz Rivas ni atinó a emitir palabra. Subió la ventanilla, pisó el acelerador y arrancó. Al irse, dejó a la vista el ploteado de moda en el distrito de muchos millones y pocas soluciones: Ábrego presidenta, decía el cartel en la cola del pick up.
Se buscó a los representantes de las juntas comunales para preguntarles por las partidas públicas recibidas de la descentralización paralela, el procedimiento para conseguirlos y su uso. También se trató de contactar a la diputada Ábrego, que nunca respondió. No hay rendición de cuentas, pero sí aparece una certeza al dejar Capira: los carteles tan altos que parecen abrazados por las nubes no se pagan solos.