El retiro involuntario del señor Carlos “Muñeco” Mendoza provocó que un relevo generacional tomara las riendas del repique de campanas en la iglesia San Atanasio, en La Villa de Los Santos.
No es repicar por repicar una campana. Hay entre siete u ocho formas de sonar las tres campanas con que cuenta este templo.
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Eros Vásquez, uno de los coordinadores de este grupo, explicó que el toque de la misa dominical es uno, el de vía crucis es otro, además de misa de difuntos, entre otros.
Como dato curioso, señala que no se toca igual cuando es un difunto adulto mayor y un difunto joven. “El del joven es de alegría”, dijo.
Indicó que en la historia de La Villa el toque de campanas es un aviso, incluso cuando había problemas en el pueblo. “La historia dice que en 1821, para la separación de Panamá de España, el toque fue muy largo y dio aviso al pueblo de lo que estaba sucediendo”, relató.
Para subir a tocar hay que pasar por 48 escalones y al llegar las tres campanas tienen su misión, ya que las grandes son tocadas para Semana Santa y hay campanadas con las más chicas con intervalos de 15 segundos, en casos como la procesión de Semana Santa.
Con información de Zenaida Vásquez