La comunicadora Myrna Ortega dio un giro inesperado en la campaña presidencial al anunciar su renuncia como vocera de José Raúl Mulino, candidato por Realizando Metas y Alianza. Este inesperado movimiento viene después de apenas dos semanas desde su nombramiento en el cargo.
“La causa de Martinellli no la puedo apoyar. Refugiado en una embajada que persigue periodistas y que destierra a sus connacionales? Yo no puedo estar de acuerdo. Es un corrupto. A José Raúl siempre lo apoyaré” reveló en su Instagram.
La causa de Martinellli no la puedo apoyar. Refugiado en una embajada que persigue periodistas y que destierra a sus connacionales? Yo no puedo estar de acuerdo. Es un corrupto. A José Raúl siempre lo apoyaré.
— Myrna Ortega (@MyrnaOrtegatv) March 11, 2024
En una declaración con voz entrecortada a La Prensa, Ortega describió las últimas dos semanas como las más difíciles de su vida. En sus propias palabras, expresó: “Todos los que están ahí son sucios”.
La renuncia de Ortega se fundamenta en que sus valores personales no le permiten respaldar la causa del expresidente Ricardo Martinelli, a quien Mulino sustituyó como candidato presidencial para las próximas elecciones del 5 de mayo.
En su relato, Ortega enfatizó que durante su breve tiempo en el cargo, presenció comportamientos alarmantes. Mencionó a figuras prominentes como los hijos de Martinelli y el exdirector de la Autoridad de Turismo, Salomón Shamah, entre otros, sugiriendo una atmósfera de campaña sucia.
Consultando con colegas comunicadores, Ortega recibió recomendaciones para abandonar la campaña de Mulino debido a su incomodidad con la situación. Aunque expresó su admiración por el candidato Mulino, no pudo ignorar lo que describió como una “campaña sucia”.
“Es una cosa terrible. Yo ni siquiera podía dormir. Pero no puedo seguir apoyando a un candidato que vive en esas condiciones”, concluyó Ortega.
La salida de Ortega representa un desafío más para Mulino, quien reemplazó a Martinelli como candidato presidencial. Martinelli se encuentra actualmente refugiado en la embajada de Nicaragua en Panamá, tras ser condenado en el caso New Business.