Hoy se cumplen 233 años de la Toma de la Bastilla (1789) y no pueden pasarse por alto sus postulados de libertad, igualdad y fraternidad, tan vigentes, pero amenazados en un mundo actual con pandemia, necesidades sociales y en guerra.
Era imposible ignorar la fecha porque además estos postulados revolucionarios impactaron el Caribe de América para que se aboliera la esclavitud de los negros y por ello acudimos a la Embajada de Francia en Panamá, ubicada en el Casco Antiguo, para conversar cara a cara con su embajador, Arnaud de Sury.
El diplomático, atento y de hablar rápido, no tiene reparos en expresar con franqueza los logros y también los retos de los seres humanos, estos que, según él, no han cambiado, pues aspiran al bien, pero de vez en cuando actúan de manera mala.
De inmediato reconoció que “es un lema muy exigente porque no se puede decir yo soy libertad, igualdad y fraternidad y actuar de forma deshonrada y despreciar esos valores”.
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Es como un imán para que actuemos mejor y es algo que se tiene que encarnar en la Toma de la Bastilla (1789), Revolución de Julio o las Tres Gloriosas (1830), Segunda Guerra Mundial (1945) y pandemia e invasión de Rusia en Ucrania (2022), agregó.
“Que se sepa que Francia se enorgullece de tener ese lema de libertad, igualdad y fraternidad, pero hay que protegerlo, defenderlo y promoverlo”, precisó de Sury.
Agregó que la libertad es libertad de prensa, de opinión, de trabajo, de fe, de no creer; la igualdad es del sexo, del origen, de cualquier ciudadano, de los migrantes; y la fraternidad, todos conocen a Médicos Sin Fronteras y la Cruz Roja, que nació en Francia de un ciudadano de origen suizo. La Cruz Roja es fraternidad en tiempos de guerra, el Seguro Social, los que pagamos todos, no los individuales y este lema francés de libertad, igualdad y fraternidad nos une con Panamá, que es pro mundi beneficio y eso es para que haya desarrollo, valores y que se contemple un horizonte común del mundo, comentó el embajador.
¿Pero hoy están amenazados esos valores de libertad, igualdad y fraternidad?
“La idea es seguir actuando y no seguir soñando en la nube, por eso Francia propone la globalización regulada y por ello cuando estalló la covid-19 junto a Alemania, la Unión Europea impulsamos Covax para financiar la investigación, el desarrollo de las vacunas y financiamos el reparto a los pueblos que no podían pagar y Covax es eso, la vocación social de Francia”.
¿Pero hay quienes abogan por el mejor me salvo solo yo?
“En este mundo globalizado no se puede decir me salvo yo y después los demás. Por ejemplo, en la agresión rusa a Ucrania, una agresión espantosa que desprecia la soberanía de los pueblos, nosotros en Francia la rechazamos. Y Panamá rechaza ese tipo de agresión. Entonces no se puede decir Ucrania está lejos de Panamá porque significa tensiones, susto, incluso problemas alimenticios. Desde marzo Francia propuso ayudar en los precios, transporte y la búsqueda de nuevos caminos porque hay un país que agrede a Ucrania, sus campos, cosechas y hasta impide mover productos. No se puede decir yo me quedo egoísta en mi mundo y no respeto a los demás. La libertad, igualdad, fraternidad exigen que estemos y sigamos civilizando el mundo”.
¿Y el rol de Panamá?
“No se ha globalizado por la técnica solamente y lo sabe Panamá por el Canal, el hub del aeropuerto, financiero, digital, muy bien porque eso es globalización. Pero si hay globalización técnica sin reglas es la selva. Y entonces se genera la fuerza, violencia y eso lo rechazamos porque incluso los rusos, franceses, el panameño quiere lo mejor para sus hijos, nietos. Así que es más agresión o invasión o más libertad, igualdad o fraternidad”.
¿Y cómo recibe Panamá y sus autoridades este mensaje de reglas?
“Bien, Panamá lo recibe bien, Panamá tiene su historia y estamos muy agradecidos porque apoyó la resolución de condena a la agresión rusa y copatrocinó la Resolución del Consejo de Derechos Humanos y eso no es por casualidad, sino que compartimos valores, es su ADN porque Panamá sabe el precio que se paga cuando una fuerza agrede a un pequeño y por eso estamos muy agradecidos con Panamá”.
¿Y la relación bilateral Francia-Panamá?
“Hubo cartas entre los presidentes, llamadas telefónicas entre ministros, el director de la DGI fue a Francia y se entrevistó con su homólogo, el procurador de la Nación hace menos de un mes visitó al ministro de Justicia de Francia. No nos quedamos en el pasado, sino que estamos muy activos en el presente e invertimos hacia el futuro. La Alianza Francesa cumple este año 70 años de presencia en Panamá, la Cámara Franco Panameña aglutina a 60 empresas, duplicamos la capacidad de matrícula del Liceo Francés en Panamá Pacífico, hay 900 alumnos panameños aprendiendo francés, apoyamos el observatorio astronómico de la UTP en Penonomé y ese proyecto es producto de cinco años del profesor panameño Rodney Delgado en Francia”.
¿El trabajo ha sido intenso, embajador?
“No son cosas en el aire, sino concretas para el panameño; por ejemplo, las líneas 1 y 2 del Metro las construyeron empresas francesas; en el saneamiento de la bahía con Suez, que es francesa, estamos aportando; en La Chorrera se instaló una planta de reciclaje para más de 750 mil habitantes por Veolia, que también es francesa, antes de enero habían 3 vuelos directos de Panamá a Francia y a partir de noviembre será un vuelo diario. No estamos cantando canciones para los ángeles, estamos trabajando en cosas concretas”.
Embajador, pero hoy igual que ayer en la Toma de la Bastilla había reclamos, falta de alimentos, absolutismo.
“La historia nos enseña que cuando se desprecia al ser humano o sus ganas de vivir mejor en libertad, igualdad y fraternidad vamos a ver violencia, estallido social a cualquier cosa y esa es una realidad humana que deben tener en cuenta los que pilotean o aspiran a pilotear un país”.
¿Europa, la OTAN, el mundo van a poder contener a Rusia?
“Tienen que hacerlo. Y luego habrá que reconstruir y vamos a reconstruir y habrá un después para los hijos y los nietos en libertad, igualdad y fraternidad. Pero Europa está ahora más compacta en su fortaleza de unidad, militar y económica y más allá de esos en sus valores comunes para que jamás vuelvan esas guerras”.
Datos:
Sobre la Toma de la Bastilla, el 14 de julio de 1789:
Se inició a eso de las 10:00 de la mañana y fueron cuatro horas de combate.
Era una fortaleza-prisión que representaba el terror, la falta de libertad, justicia e igualdad.
Es el inicio de la Revolución Francesa.
En 1789 Francia tenía 26 millones de habitantes y a pesar de tener recursos, había falta de alimentos, absolutismo y corrupción.
Hubo varias decapitaciones.
Tuvo impacto en toda Europa y América.