Comerciantes de La Chorrera se resisten al desalojo ordenado por autoridades
Vendedores informales piden prórroga tras notificación de desalojo en La Chorrera
En La Chorrera, provincia de Panamá Oeste, crece la tensión entre vendedores informales y autoridades locales. Los comerciantes que operan en los alrededores del centro de la ciudad y del Mercado de Abastos han sido notificados de que deben desalojar la servidumbre pública antes del viernes 15 de noviembre.
A pesar de reconocer que su situación es irregular, los vendedores se niegan a abandonar sus puestos, argumentando que llevan décadas ejerciendo su actividad en la zona. “Aquí se ha vendido por años, en especial frutas durante el mes de diciembre”, expresó don Carlos, uno de los afectados que ha trabajado en el lugar por más de 20 años.
Las autoridades locales, en coordinación con Merca Panamá, aseguran haber agotado todas las vías de diálogo y ofrecido alternativas viables para la reubicación de estos comerciantes. “Hemos destinado espacios físicos en Merca Abastos para su reubicación, pero hay resistencia a aceptar esta solución”, explicó un representante municipal. En Merca Abastos La Chorrera existen 80 espacios disponibles para los vendedores informales.
Los comerciantes, sin embargo, solicitan una prórroga hasta diciembre para aprovechar la temporada alta de ventas que se avecina. “Solo pedimos que nos dejen trabajar hasta fin de año; después buscaremos otra alternativa”, comentó María, vendedora de frutas y verduras.
La situación ha generado un debate en la comunidad sobre la necesidad de ordenar el comercio informal y el derecho al trabajo de los vendedores tradicionales. Mientras algunos residentes apoyan la medida por considerarla necesaria para el orden y limpieza de la ciudad, otros simpatizan con los comerciantes y creen que deberían permitirles continuar con sus actividades, al menos durante la temporada navideña.
Las autoridades advierten que, de no cumplirse con el plazo establecido, se implementarán medidas estrictas para garantizar el desalojo de estos espacios públicos. “Nuestro objetivo es mantener el orden y la seguridad en la ciudad, y para eso necesitamos que todos cumplan con las regulaciones”, señaló el portavoz municipal.
Mientras tanto, los vendedores informales evalúan sus opciones y no descartan tomar acciones para hacer valer su petición de prórroga. La comunidad espera una solución que equilibre el orden urbano con el sustento de muchas familias que dependen de este comercio.