Un total de 204 mil 986 migrantes irregulares con rumbo a EE.UU. han cruzado en lo que va de año la selva del Darién, la peligrosa frontera entre Colombia y Panamá, en una crisis humanitaria sin precedentes en la región, según las estadísticas de las autoridades de Panamá facilitadas a EFE.
Se trata de una cifra inédita, muy superior a la de 133.726 de 2021, que marcó récord en su momento al ser más alta que todos cruces de la década anterior por la selva, una arriesgada ruta migratoria irregular usada desde hace décadas por personas procedentes de todo el mundo.
De acuerdo con los datos del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, de las 204.986 personas que han cruzado el Darién entre el 1 de enero y el 22 de octubre de este año, el 71,8 % o 147.203, son venezolanos. El resto son nacionales de una treintena de países americanos, africanos y asiáticos.
Solo entre el 1 y el 22 de octubre se contabilizaron 53.404 migrantes irregulares (39.834 venezolanos) un número sin precedentes que deja atrás los 48.204 de septiembre, los 31.104 de agosto, los 22.822 de julio, los 15.633 de junio y los 13.894 de mayo pasado.
Fue a partir de mayo pasado que se vio un salto en el número de viajeros irregulares cruzando la selva este año: fueron 4.702 en enero; 4.262 en febrero, 4.827 en marzo y 6.134 en abril.
En esta ola migratoria hay familias enteras con niños e incluso bebés. Muchos de los venezolanos y haitianos proceden de segundos o terceros países, como Colombia, Ecuador, Perú, Chile o Brasil, en los que ya se habían establecido o al menos lo habían intentando.
Flujo se redujo tras anuncio de Estados Unidos
Panamá recibe a los viajeros irregulares en estaciones de recepción migratoria (ERM) situadas en la frontera con Colombia y con Costa Rica, donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica.
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En medio de esta crisis se han contabilizado últimamente más de 2.500 arribos diarios, una cifra que comenzó a bajar luego de que el pasado 12 de octubre Estados Unidos anunció una nueva política para los migrantes venezolanos: todo el que llegue al país tras haber cruzado irregularmente la frontera de Panamá o de México será expulsado de inmediato a territorio mexicano.
Sostuvo la premisa de Panamá de que la crisis humanitaria derivada de este elevado flujo migratorio debe ser abordada desde la perspectiva de la “responsabilidad compartida”, y que por ello promueve próximos encuentros bilaterales y multilaterales en busca de acciones regionales “concretas”.
Venezolanos buscan un boleto para regresar a su país
Varios centenares de migrantes venezolanos que quieren regresar a su país se encuentran en un “albergue temporal” habilitado por la Embajada de Venezuela en la capital panameña, mientras se les otorga un salvoconducto y/o un apoyo económico para que regresen a su país por vía aérea.
Muchos de ellos se aglomeraron el sábado en el principal aeropuerto panameño, Tocumen, en busca de un boleto, pero fueron retirados del lugar en autobuses hacia el “albergue temporal”. Algunos denunciaron un alza desmedida del costo del pasaje aéreo.
Prohibido el retorno desde Costa Rica
La tarde del domingo se conoció que Panamá no permitirá la entrada a los migrantes venezolanos irregulares que viajen desde el norte hacia el sur del continente, como muchos pretenden hacer luego de que Estados Unidos les cerró la frontera terrestre.
“Todas esas personas (venezolanas) que pasaron frontera” en su camino hacia Norteamérica y pretendan regresar por ese mismo camino “requieren visa autorizada para ingresar a Panamá, y no se les está autorizando ingresar por las fronteras de Costa Rica” si no la tienen, dijo este domingo la directora del Servicio Nacional de Migración (SNM), Samira Gozaine.