Alberto Bisot, presidente de la Asociación de Pediatría expresó que durante la pandemia los niños no recibieron y aún no están recibiendo esa interacción fundamental que es intercambiar, convivir, jugar y hasta pelear de vez en cuando con los compañeros del salón.
Ese encierro en las casas, donde algunos están recibiendo la educación virtual y otros no por la situación económica los afecta, fue una situación que tomó por sorpresa a la población, dijo Bisot.
Los niños aislados en sus casas, ahora hasta les tienen miedo a otros niños y eso no es normal. En esta pandemia los niños han sufrido no poder tener interacción social y el lenguaje, pero que más adelante traerá más consecuencias.

Los padres tienen que dedicarle tiempo a los niños, pero resulta que los padres trabajan y esa es una limitante. Que el uso de las pantallas sea de seis horas máximo, incluye las clases y entretenimiento, recomendó el doctor.
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Bisot manifestó que la poca interacción y el encierro de los niños se puede reflejar en la falta de sueño en la noche, se ponen agresivos (ñañecos) sin ninguna explicación lógica. En los adolescentes hay reporte de casos de depresión, suicidas y el temor a la muerte. Es importante tomar en cuenta que muchas familias han perdido un ser por la pandemia y eso afecta.