Explosiones, secuestro y caos: el asalto al Jaffar Express
Lo que parecía un viaje rutinario se convirtió en una pesadilla para más de 400 pasajeros del Jaffar Express, un tren que cubría la ruta entre Quetta y Peshawar. En un ataque orquestado con precisión, insurgentes del Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) detonaron explosivos en las vías y tomaron el convoy por asalto, dejando un saldo de terror y violencia en la provincia de Baluchistán.
El video del horror: así se vivió el ataque
Las impactantes imágenes del momento muestran la brutalidad del ataque: una explosión sacude las vías, el tren se detiene abruptamente y, en cuestión de minutos, hombres armados irrumpen en los vagones disparando al aire y tomando rehenes. Según testigos, los atacantes separaron a hombres y mujeres, dejando a los niños con sus madres y ejecutando al conductor del tren tras un intento de resistencia.
“Nos dejaron ir porque dije que tenía una enfermedad cardíaca”
El pánico se apoderó de los pasajeros cuando los insurgentes comenzaron a seleccionar a sus víctimas. “La gente comenzó a esconderse debajo de los asientos por el pánico. A mi familia y a mí nos dejaron ir porque les dije que sufría una enfermedad cardíaca”, relató Allahditta, uno de los sobrevivientes.
200 rescatados y 27 insurgentes muertos, pero la crisis sigue
En una respuesta inmediata, el ejército paquistaní desplegó tropas especiales y helicópteros para rodear la zona. En los enfrentamientos, al menos 27 insurgentes fueron abatidos y casi 200 pasajeros rescatados. Sin embargo, el BLA mantiene el control del tren y exige un intercambio de prisioneros. “Si Pakistán no responde en 24 horas, comenzaremos las ejecuciones”, advirtió el grupo en un comunicado escalofriante.
Un golpe al corazón de Pakistán
El ataque al Jaffar Express expone la fragilidad de la seguridad en Pakistán y la creciente osadía del BLA. La insurgencia baluchi lleva años en conflicto con el gobierno, pero nunca antes había logrado un golpe de tal magnitud. Ahora, con el reloj en contra y cientos de vidas en juego, el mundo espera la respuesta de Islamabad. ¿Podrán evitar una masacre?