Una serie de incidentes violentos ha marcado la agenda de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), en medio de su intento por desarrollar un proceso de divulgación sobre el proyecto del reservorio multipropósito en la cuenca del río Indio. Este sábado, en el distrito de Chagres, corregimiento de La Encantada, un grupo de manifestantes bloqueó el acceso a la comunidad de Los Cedros y lanzó piedras contra un vehículo oficial, rompiendo su parabrisas.
Horas más tarde, en la vía hacia El Nancito (Colón), dos vehículos con personal de la ACP y un contratista fueron interceptados. Uno de los autos fue golpeado con un objeto contundente, y se les advirtió que la vía estaba bloqueada, impidiendo la reunión informativa planificada con los residentes.

Estos actos se suman a episodios previos en Coclé, donde también se registraron bloqueos y agresiones. A pesar de los esfuerzos de la Defensoría del Pueblo por mediar, las reuniones fueron suspendidas. La ACP denunció presiones y amenazas hacia los moradores que desean participar en estos espacios de información.
El objetivo del proyecto es garantizar agua potable para más de la mitad de la población panameña y asegurar la operatividad del Canal, crucial para la economía del país. No obstante, organizaciones como la Coordinadora Campesina por la Vida han rechazado el plan, alegando falta de transparencia y amenazas al ecosistema y los modos de vida locales.
La ACP insiste en que el proyecto cumple con estándares internacionales de participación comunitaria y sostenibilidad. Sin embargo, los hechos recientes revelan un creciente conflicto social que pone en juego no solo la ejecución del proyecto, sino también la confianza entre las instituciones y las comunidades.