¿Dónde está Gaby? José Gabriel Carrizo lleva casi dos semanas del perfil más bajo desde que es parte de la vida política nacional. Es un perfi casi espectral, desde la noche electoral del 5 de mayo.
Esa noche, en una derrota sin precedentes para el PRD, José Gabriel Carrizo aceptó la victoria de José Raúl Mulino, quien obtuvo más de 778 mil votos (34.3%), mientras que Carrizo apenas alcanzó los 133 mil 800 (5.8%).
Esta diferencia no sólo señaló la victoria de Mulino, como el delfín del condenado expresidente Ricardo Martinelli, sino también la peor derrota en los 45 años de historia del PRD, nada comparable con las derrrotas en 1999 y 2009, cuando Martín Torrijos y Balbina Herrera consiguieron el 37.8% y 37.6% de los votos, respectivamente.
Las preguntas sobre lo sucedido y las posibles traiciones internas en el partido de Omar Torrijos no tardaron en surgir. La situación interna del PRD se complicó meses atrás cuando figuras como el expresidente Martín Torrijos y la diputada Zulay Rodríguez buscaron la presidencia a través de otros medios, el Partido Popular y la libre postulación, respectivamente.
Sin embargo, el foco de atención se centra en Carrizo, quien ha estado notablemente ausente desde aquel fatídico 5 de mayo. Sus redes sociales, tanto en Instagram como en X (anteriormente conocido como Twitter), se han quedado sin actualizaciones desde esa fecha.
Solo un número te hace ser ganador. 😎 pic.twitter.com/eHKfukYyji
— José Gabriel Carrizo (@gabycarrizoj) May 5, 2024
Lo único que parece perdurar de su campaña son los memes y las burlas, especialmente el “4 por 8″ de un debate electoral y los tres días libres que ofreció durante su campaña presidencial.
Esta semana, las tensiones se agravaron con declaraciones del exviceministro Omar Montilla, quien responsabilizó a los diputados por la mala gestión del partido de la Avenida México.
Además, la fotografía de la toma de posesión de la nueva junta directiva de la Cámara de Comercio, donde se vio al presidente Laurentino Cortizo y al mandatario electo José Raúl Mulino mostrando una camaradería inesperada, ha sorprendido a muchos. Cortizo, sin mascarilla y con una sonrisa amplia, mostró una imagen muy distinta a la que predominó durante su mandato.
En cuanto a Gaby Carrizo, se especula que ha optado por pasar tiempo en familia, distanciándose incluso de sus copartidarios.
La semana sí ha dejado noticias a lo interno del PRD. Figuras como el diputado Crispiano Adames y la ministra de Trabajo, Doris Zapata, han dejado el Comité Ejecutivo Nacional.
Raúl Pineda no dice mucho y Benicio Robinson se ha vuelto a llevar el rechazo del público al decir que el pueblo panameño votó por una “ilusión” en referencia a los diputados electos de la coalición ‘Vamos’, sin tan siquiera hacer un mea culpa de la derrota del partido. Adames, Pineda y Robinson lograron reelegirse en la Asamblea, pero su apoyo no fue suficiente para mejorar la posición de Carrizo, quien terminó sexto en las elecciones presidenciales.
El silencio de Carrizo y su distanciamiento de la vida pública plantean preguntas importantes sobre el futuro del PRD y su capacidad para reconstruirse después de esta derrota catastrófica. La falta de una estrategia clara y la división interna parecen ser los grandes desafíos que enfrenta el partido.
Carrizo en su retiro momentáneo, tal vez esté reflexionando sobre estos mismos temas, buscando la manera de contribuir a un nuevo capítulo para el PRD o, quizás, cerrando su propio capítulo en la política panameña.
El tiempo dirá si este silencio de Gaby es una pausa momentánea o el preludio de un cambio más profundo en la política del PRD.