En la comarca Ngäbe Buglé, la respuesta a la convocatoria de inicio de clases anunciado por la ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos ha tenido diferentes opiniones de educadores y padres de familia.
Panorama difuso
Hay quienes aducen que en la actualidad no existe el panorama para hacerlos regresar de inmediato a las escuelas, por lo que proponen que a falta de pocos meses de concluir el año educativo, se regresé a las aulas en el 2022.
“Es necesario que los estudiantes retomen el ritmo de aprendizaje que se ha frenado por diferentes situaciones al no ser presenciales” citó Manuel Sire, de la localidad de Jebay.
Bioseguridad
Existen escuelas que no reúnen las condiciones de salubridad para recibir a los niños y docentes, “mientras no sean certificadas que lo están, no se debe regresar, comentó Wilfredo Mitre, educador de Soloy.
Meduca no ha aprovechado este frenazo educativo para acondicionar los centros escolares que lo ameritan, comentó Gustavo Palacio Santiago, padre de familia del sector de Junta Maní, donde varias aulas de clases y área de comedor del centro, fueron destruidas en noviembre del año pasado por las crecientes del río Chorcha.
La educadora Silka Núñez dijo que la realidad que se da en este territorio comarcal al igual que en muchos de difícil acceso es totalmente diferente a las de áreas urbanas e incluso rurales.
LEA TAMBIÉN: Panamá Oeste es una de las regiones del país que más rápido crecimiento poblacional y urbanístico registra
Creemos en el retorno a clases, pero de forma ordenada y planificada donde cada centro cuente con los insumos y las condiciones necesarias especialmente las de bioseguridad, afirmó.
Datos
En la comarca se cuenta con más de 500 docentes.
Más de 100 centros educativos en toda el área comarcal.
La población estudiantil supera los 30 mil alumnos.
La mayoría de estos centros educativos no cuentan con agua potable ni luz eléctrica ni servicios higiénicos.
(Por: Eduardo Espinosa/Mi Diario)