Los partidos tradicionales hasta ahora han impuesto las reglas del juego electoral. Ellos tratan de ganar las elecciones antes de tiempo, pero también ha habido sorpresas.
Solo hay que recordar cómo el PRD en su momento impuso las elecciones primarias para todos los cargos de elección popular y hoy día uno de los partidos que más sale fragmentado de ese proceso son ellos.
Pero en esta ocasión se nota que al PRD en el poder no le interesa el tope de las campañas porque gobierna, puede nombrar gente y hacer obras públicas. Ellos apuestan a eso y a mantener el control de los circuitos uninominales y plurinominales y por eso han dejado la norma como está apoyados por el Tribunal Electoral.
Pero el PRD y el CD no solo buscan hacerse una reforma electoral a su medida, sino tomarse el control del partido que lidera Rómulo Rux para que forme parte de una negociación política de cara al 2024. Eso es parte del peligro que enfrenta nuestra democracia y que esta Asamblea, renovada en su mayoría, nos hace retroceder. ¡A darles raya!