Como es tradición cuando se suman largos asuetos, los panameños y residentes que viven aquí optan por viajar al interior del país, en la mayoría de casos a visitar a familiares en las distintas regiones. Este desplazamiento genera un movimiento de la economía en estas regiones por el consumo de bienes que se produce.
Pero, ¿es todo el potencial en materia de turismo que el país puede desarrollar? Definitivamente que no.
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Hacer turismo interno como tal se ha vuelto muy oneroso para muchos panameños y llega el punto en que muchos prefieren salir a destinos internacionales cercanos por lo barato que sale, y ni hablar de la buena experiencia que se vive. Como país estamos dejando perder una gran oportunidad.
La estrategia de turismo de Panamá no solo debe basar su esfuerzo en que extranjeros con poder adquisitivo nos visiten, sino que debe procurar que la mayor cantidad de nacionales conozcan las bellezas que tiene para ofrecer el país. Esa es una tarea que tienen pendiente nuestras autoridades presentes y las futuras.