Los residentes del distrito de San Miguelito han alzado su voz para exigir mejoras en los servicios de salud y la reapertura de centros médicos cerrados. La alta demanda y la limitada capacidad de atención han obligado a muchos pacientes a madrugar con la esperanza de conseguir un cupo.
“Trato de venir temprano para conseguir un cupo de primera”, comentó una vecina mientras esperaba su turno. Otro residente expresó su preocupación: “Si los otros centros estuvieran abiertos, se dividiría el problema. Hacemos un llamado al nuevo gobierno para que nos ayude a reabrirlos”.
El robo, un obstáculo para la reapertura
A pesar del clamor popular, la reapertura enfrenta un serio obstáculo: el robo constante de equipos médicos. Según Érica Rivas, directora del Centro de Salud de Nuevo Veranillo, este problema ha dificultado el funcionamiento normal. “El centro no es un depósito, como algunos dicen. Lo hemos abierto dos veces, pero tuvimos que cerrarlo porque los mismos moradores roban los equipos”, explicó.
El hurto incluye insumos esenciales que impiden que los centros operen adecuadamente, dejando a miles sin acceso a servicios básicos como medicina general, farmacia y odontología.
Una población en espera de soluciones
San Miguelito es una de las áreas más densamente pobladas del país, lo que agrava la crisis sanitaria. La falta de acceso a atención médica afecta especialmente a los niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Los residentes insisten en su llamado a las autoridades para priorizar la salud en el distrito.
Mientras tanto, las autoridades enfrentan el desafío no solo de reabrir los centros cerrados, sino también de garantizar seguridad para evitar futuros robos. Sin acciones concretas, la población seguirá enfrentando largas filas y limitaciones para recibir atención médica adecuada.