Xavier Sáez-Llorens, médico pediatra e infectólogo, ha reflexionado sobre la “falsa sensación de seguridad” que existe en medio de la pandemia de la covid-19.
El doctor ha dicho que sería incapaz de meterse “en la relación personal y privada entre un médico y su paciente”.
“La decisión de creer en una terapia es autónoma y de confianza. Pero, una cosa muy distinta, es cuando hablamos de salud pública, ante una enfermedad grave”, añadió.
Para Sáez-Llorens, los médicos deben apegarse a la mejor evidencia científica disponible para favorecer o no perjudicar a la colectividad.
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“El paciente con dinero o influencias, si se empeora, tiene recursos para acudir a la atención privada, hacer laboratorios, tomar radiografía, conseguir cupo hospitalario y recibir las medicinas aprobadas en guías basadas en evidencias. Por el contrario, el paciente humilde, si se empeora, tiene que esperar lo indecible para que lo contacten y atiendan adecuadamente; en esa espera, puede sufrir un curso irreversible o letal”, sustentó.
Y sobre esta situación entre personas con poder adquisitivo y el resto, Sáez-Llorens expresa que la pandemia ha ampliado el panorama sobre la diferencia entre la realidad de unos cuantos y del resto.
“La pandemia ha desnudado esa gran disparidad social y la mayoría de decesos ocurren en esta población menos privilegiada”, indicó.
“Conozco personas que han fallecido que tomaban toda clase de menjurjes y medicamentos no eficaces, pero desafortunadamente los muertos ya no tienen voz y no pueden difundir en redes o en medios que esas terapias milagrosas no los ayudaron en nada y quizás hasta los perjudicaron...estoy convencido que ningún médico quiere hacer daño, pero la mejor medicina se basa en los resultados de estudios científicos, publicados en revistas”, concluyó.