La Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Antai) ha iniciado una investigación de oficio contra la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi), uno de los centros educativos más importantes del país, por un presunto caso de nepotismo que está dando mucho que hablar.
La bomba se estalló cuando Antai confirmó que está revisando el árbol genealógico de 55 funcionarios de la universidad. ¿El objetivo? Detectar si hay conexiones familiares entre ellos que violan las normativas contra el nepotismo en el sector público.
Para quienes no están claros, el nepotismo es ese “club exclusivo” donde familiares y amigos se saltan los méritos para conseguir puestos de poder o beneficios. En las universidades públicas, esto resulta doblemente escandaloso porque compromete la transparencia y el uso correcto de los recursos públicos.
Pero la cosa no queda ahí. De comprobarse que algunos de los 55 empleados tienen lazos de sangre o afinidad, podrían enfrentar sanciones graves o, en el peor de los casos, perder sus puestos. ¡Ya veremos cuántos caen de ese árbol genealógico!
Esta auditoría marca un precedente importante. Si la Antai logra destapar esta olla de nepotismo en la Unachi, otras universidades y entidades públicas podrían seguir en la lista negra. Todo esto subraya la urgente necesidad de reforzar los controles para evitar el amiguismo disfrazado de “nombramientos legítimos”.
¿Qué opinas? ¿Será esta la limpieza que tanto necesitamos en nuestras instituciones? Mientras la Antai afila el machete de la transparencia, el país entero espera que los resultados de esta investigación nos devuelvan un poco de fe en la justicia.