En un nuevo capítulo de la disputa comercial entre Panamá y Costa Rica, el país canalero ha decidido apelar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) el fallo que favoreció a Costa Rica en el conflicto sobre la importación de productos agrícolas y alimentarios. La controversia comenzó en 2021, cuando Panamá impuso restricciones a productos lácteos y agrícolas costarricenses, alegando que no cumplían con los requisitos fitosanitarios, lo que llevó a la inhabilitación de varias plantas costarricenses.
El Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) de Panamá, bajo el liderazgo de Julio Moltó, explicó que el fallo de la OMC no protege adecuadamente los intereses del país, por lo que decidió apelar y revisar el informe. A pesar de esta decisión, Panamá subrayó que su intención no es cortar el diálogo con Costa Rica, sino garantizar que se respetan sus derechos y cumplir con los procedimientos legales establecidos.
Costa Rica propone solución rápida, pero Panamá mantiene firme su postura
Por otro lado, Costa Rica ha mostrado su desacuerdo con la apelación panameña. Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, ha propuesto un mecanismo alternativo de apelación que podría agilizar la resolución del conflicto. Según Costa Rica, el sistema actual de la OMC está siendo ineficaz, lo que podría prolongar indefinidamente la disputa. La propuesta incluiría términos y condiciones claros, con fechas límites para una resolución definitiva, evitando más bloqueos en el proceso.
Diferencias sanitarias agravan la disputa
El trasfondo de esta disputa radica en las diferencias en las normativas sanitarias entre ambos países. Panamá exige un control más estricto sobre las enfermedades animales, como la brucelosis, que en Costa Rica se maneja con vacunación en lugar de sacrificio. Estas diferencias de enfoques sanitarios han provocado choques constantes en la relación comercial entre ambos países, lo que ha dado pie a la imposición de restricciones y bloqueos a productos.
El diálogo como opción para resolver la disputa.
A pesar de las tensiones y el proceso de apelación, Panamá ha reiterado su compromiso con el diálogo y la búsqueda de soluciones que beneficien a ambas naciones. El MICI enfatizó que, a pesar de las diferencias, Panamá sigue comprometido con la cooperación bilateral y con la protección de la salud y seguridad de sus ciudadanos y el cumplimiento de normas nacionales e internacionales.
La disputa continúa, y con ello, las negociaciones entre ambos países para encontrar una solución que permita superar los obstáculos comerciales y seguir adelante con una relación mutua respetuosa y constructiva.