Javier Martínez Acha, ministro designado de Relaciones Exteriores, abordó diversos temas cruciales en la política exterior del país, incluyendo las relaciones con potencias como China y Estados Unidos, así como la complicada situación con Nicaragua tras ofrecer asilo político al condenado expresidente Ricardo Martinelli.
Martínez Acha, quien ha sido nombrado por el presidente electo José Raúl Mulino, enfatizó que la principal condición para su designación fue “hacerlo bien, con transparencia, y poner a Panamá primero en todo sentido”.
Este enfoque busca reforzar la posición de Panamá en el escenario internacional, asegurando que la integridad y los intereses nacionales prevalezcan en todas las decisiones diplomáticas.
En relación con Nicaragua y el caso de Ricardo Martinelli, Martínez Acha señaló que la administración actual del presidente Laurentino Cortizo, que estará en funciones hasta el 30 de julio, debería tomar las decisiones pertinentes. Sin embargo, afirmó estar preparado para discutir el futuro de estas relaciones con Mulino si fuera necesario.
Sobre las relaciones con China, Martínez Acha destacó el interés significativo de este país en las inversiones de infraestructura en Panamá, reconociendo a China como el segundo usuario más importante del Canal de Panamá y la segunda economía mundial. “China ve a Panamá como un socio estratégico, y nosotros debemos aprovechar esta oportunidad para fortalecer nuestra economía”, explicó el ministro designado.
El ministro también remarcó la importancia de promover el comercio panameño y atraer inversiones extranjeras. “La Cancillería y los Embajadores deben ser promotores activos del comercio y la inversión en Panamá”, dijo, subrayando el compromiso con la transparencia y la desburocratización para facilitar estas iniciativas.
Martínez Acha, miembro del Partido Revolucionario Democrático (PRD), confirmó que no tiene planes de renunciar a su partido. Explicó que el gobierno de Mulino es de concertación, donde su prioridad será trabajar por el bienestar de Panamá y no por intereses partidistas.