La furia de las lluvias no da tregua en Chiriquí. Desde el pasado 25 de octubre, los arroceros de la provincia enfrentan uno de los peores escenarios climáticos en años, con cerca de 1,500 áreas afectadas y 300 parcelas completamente devastadas. Así lo confirmó Gabriel Araúz, productor de arroz, quien asegura que la situación es crítica, aunque preliminar, ya que aún no se ha podido ingresar a muchas fincas por las condiciones climáticas.
Cosechas perdidas y terrenos inaccesibles
Araúz explicó que muchos productores llevan más de 15 días sin poder acceder a sus parcelas. “Lo peor de todo es que no podemos cosechar ni realizar las prácticas culturales necesarias. Las áreas arroceras están devastadas”, enfatizó.
A pesar de la magnitud de los daños, Araúz aclaró que, por el momento, no se habla de desabastecimiento. La cosecha almacenada permitirá abastecer al Instituto de Mercadeo Agropecuario y cubrir la demanda por varios meses después de diciembre.
Producción en peligro en otras regiones
El impacto no se limita a Chiriquí. Provincias como Veraguas, Panamá Este y Darién también reportan graves afectaciones. Según Araúz, la producción de arroz a campo abierto está a merced de las inclemencias del tiempo, lo que dificulta aún más la recuperación.
El panorama es incierto. Mientras los arroceros esperan una mejora en las condiciones climáticas, el temor a nuevas pérdidas sigue latente. Las autoridades y los productores trabajan contra reloj para evaluar la magnitud real del daño y buscar soluciones a esta crisis que pone en jaque al sector agrícola del país.