Una mayor vigilancia y la implementación de medidas preventivas por parte de la ciudadanía y los productores es lo que solicitan las autoridades para contrarrestar la expansión de la mosca del gusano barrenador, que sigue afectando al país.
El rebrote epidémico que actualmente enfrenta Panamá se debe a la poca vigilancia tanto de los ciudadanos como de las autoridades durante la pandemia, sumado a factores como el cambio climático y el control de movilización. Ahora, su erradicación es más difícil, por lo que se requiere una mayor concienciación de la población.
“A mediados del año 2023 tuvimos un rebrote y una movilización de la plaga a nivel nacional”, indicó Carlos Moreno, de la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación del Gusano Barrenador (Copeg).
El gusano barrenador no solo afecta al ganado; también perjudica a seres humanos y otras especies de animales. Desde 2022 a la fecha, se han visto afectadas 27,330 especies, siendo los bovinos (22,546) y los caninos (1,888) los más afectados. También se han registrado 1,057 casos en cerdos.
El Ministerio de Salud ha contabilizado 79 casos en humanos, que han sido controlados sin mayores complicaciones. Sin embargo, hacen un llamado a no atender las heridas en casa y acudir a centros de salud u hospitales. “Desde 1 a 95 años de edad se han reportado casos, hemos tenido una variedad entre adultos y menores”, señaló Damaris Contreras, doctora veterinaria del Ministerio de Salud.
La plaga ha provocado que, hasta septiembre pasado, se hayan registrado 17,968 casos, según cifras del Ministerio de Salud.
El gusano barrenador, que es puesto por la mosca Cochliomyia hominivorax, se alimenta del tejido vivo de los animales y puede resultar mortal si no se trata adecuadamente. Esta mosca busca depositar sus huevos en heridas frescas de cualquier animal de sangre caliente. En una sola herida, puede poner entre 150 y 300 huevecillos, explicó Lester Reyes, de Epidemiología de Salud Animal del Ministerio de Desarrollo Agropecuario.
Una vez que las larvas se desarrollan, abandonan la herida y se entierran en el suelo para completar su ciclo de vida, que en Panamá dura alrededor de 21 días. Si no se controla la plaga, las consecuencias serán pérdidas económicas y sociales significativas, incluyendo disminución de la productividad, muerte de animales y costos adicionales en tratamientos.
📍Panamá Oeste: Realizamos una capacitación a 50 productores sobre manejo de vacunas, Gusano Barrenador, elaboración de ensilaje de maíz y control de parásitos externos - internos en bovinos y su periodo de retiro. pic.twitter.com/ZfyBQViMjl
— Ministerio de Desarrollo Agropecuario (@MIDAPma) October 1, 2024
Sin distribución de moscas estériles
En Panamá se encuentra la única planta para la producción de moscas estériles que contrarrestan la reproducción de la mosca del gusano barrenador. Sin embargo, debido a la afectación en otros países, Panamá ha suspendido temporalmente la distribución de moscas estériles en el país para enviarlas al extranjero y ayudar a controlar el rebrote endémico, explicó Reynaldo Vivero, del MIDA.
Medidas para prevenir su proliferación
Las autoridades instan a la ciudadanía y a los productores a tomar las siguientes medidas:
Revisar diariamente a los animales para detectar heridas, así como a personas vulnerables.
Atender y curar las heridas de inmediato.
En caso de detectar una gusanera, actuar de inmediato. En animales, tratar con productos larvicidas aprobados y consultar al veterinario; en personas, acudir al centro de salud más cercano.
Dar seguimiento a las heridas afectadas.
No transportar animales con lesiones o gusaneras para evitar la propagación.
Reportar los casos a las autoridades competentes.
Sin la colaboración de todos, será difícil controlar la propagación de esta plaga, que afecta no solo al sector agropecuario sino también a la salud humana.