De acuerdo con cifras de la última Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (Enasser), realizada en Panamá con datos de los años 2014-2015, la insatisfacción de planificación familiar promedio en el país era del 24.2 %.
Sin embargo, cuando nos íbamos a la comarca Ngäbe-Buglé el porcentaje se duplicaba con creces hasta elevarse al 37.3 %. Esto se traducía en que las mujeres allá no eran capaces de espaciar entre los alumbramientos y tenían hijos dos y tres veces más que en el resto del país.
Este dato cobra relevancia en una fecha como hoy, cuando se celebra el Día Internacional de la Planificación Familiar, una política de salud pública que sigue siendo débil en muchas regiones y niveles sociales del país. Por ello, no es de sorprender que para el caso de la comarca Ngäbe-Buglé sus habitantes sean poseedores de índices de pobreza y pobreza extrema bochornosos, que como país no hemos sabido revertir.
Tenemos los datos y los diagnósticos que ofrece la Enasser, es hora de aplicar los cambios que permitan que las mujeres de todo el país planifiquen, junto a sus parejas, su familia.