El pastor de la iglesia evangelista Hossana, Edwin Álvarez, asegura que ha estado en contacto con el virus y rompió en llanto en medio de una de sus prédicas, luego de reconocer que estamos en medio de una mortandad que asegura solo la detendrá el arrepentimiento de todo un pueblo e instó a orar y doblar rodillas, porque todo es producto de la “desobediencia”.
Solo la semana pasada se registraron más de 40 muertos en Panamá, víctimas del nuevo coronavirus y según admitieron autoridades de salud, se ha dado un relajamiento en la población.
“La maldición no viene sin causa... y tristemente esta nación está viviendo lo que sucede cuando uno no oye a Dios”, dijo.
“Iglesia, no quiero asustar a nadie, la mortandad ha comenzado... y las cifras que se están dando no son nada para lo que viene”, manifestó previamente Álvarez.
“Lo que trajo la mortandad fue eso, se llama pecado. Ninguna maldición viene sin causa; enfermedad, peste, pobreza y muerte, es maldición y no vienen gratis... Lo que devenga el pecado es muerte más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús”.
“Lo único que quita esto es arrepentimiento”, manifestó e instó a orar en familia, a ayunar, a doblar rodillas.
“Cuando usted dobla rodilla, cuando usted derrama lágrimas, algo se estremece en el cielo. El diablo tiene temor de un pueblo que ayuna arrepentido”, afirmó.
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El pastor que fue tendencia cuando también a través de una de sus prédicas solicitó en febrero que se suspendieran los carnavales, porque el coronavirus haría estragos en Panamá y desataría la ira de Dios, manifestó ahora que no le importa los memes ni las burlas.
“Escríbalo y anótelo... Dios es fiel y es un Dios de gracia y de compasión”.
“Romanos dice, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. Cuando hay gracia el corazón es movido a arrepentirse y a buscar a Dios y yo apelo a ese Dios de gracia en esta hora de crisis y de angustia, que la gracia de Dios se manifieste. Dios es un Dios de compasión... se duele del dolor del hombre, del que sufre”.
Aseguró que solo con la ayuda de Dios se encontrará pronto una vacuna e indicó que hay científicos que practican la fe.
“Dios es un Dios de poder, va a actuar en poder, porque su naturaleza es poder. El único que puede detener el juicio es Dios. Digan lo que quieran. Los científicos no encontrarán la solución para esto si no es por la ayuda de Dios. En un segundo, en un instante puede abrir el entendimiento, puede hacer mirar en ese microscopio, puede ayudar en ese laboratorio”, dijo.
Afirmó que todo cristiano es un sacerdote de Dios y como tal debe orar y no temer.
“Hermano, no puedes andar en una angustia permanente, no puedes andar en un miedo permanente. Estoy seguro que yo (como pastor) he estado en contacto con el virus, que he puesto las manos en el lugar donde está el virus. Que me he abrazado con personas con el virus. No puedo andar con el miedo y la desesperación, porque tengo un Dios de poder”, manifestó.
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Eso sí, llamó a todos a seguir las medidas estrictas de protección que señala el Ministerio de Salud. Dijo que no puede ser irresponsable y llamó a todos a mantener las medidas seguridad y el distanciamiento social.
“No puedo ser tampoco insensato y violar todas las medidas, y no lavarme las manos, y recibir el escupitajo de todo el mundo. Lo que trato de decir es que la vida no se puede detener..... si mañana tengo que ir a visitar a alguien en el hospital (como pastor) lo voy a ir a visitar, sin miedo, porque entonces para qué soy predicador, para qué soy siervo de Dios, para que me la paso diciendo, 'no me sobrevendrá mal ni plaga tocará mi morada... Entonces creo en la Biblia o no creo en la Biblia...”, dijo.
“Que me den permiso en el Ministerio de Salud para ir a orar por todos los que están en cuarentena (en aislamiento)”, manifestó.
Pidió que oren por la Ministra de Salud y por todo el personal de salud.
Aseguró que ya con el poder de la oración se logró detener en Panamá otra tragedia.
"Nunca lo reconocerán, no me interesa. Me seguirán criticando, no me interesa. Somos de mente rápida, pero de memoria corta... En diciembre del año 2010 hubo una inundación terrible en este país, toda el área de Chepo se inundó, eso era un enorme lago y seguía lloviendo, se abrieron las puertas de la represa del Bayano y seguía lloviendo. Alguien de la empresa que manejaba las represas me dijo, pastor, si no hay un milagro la represa colapsará y el daño podría llegar hasta la población de Chepo, Margaritas, todo eso se va, pastor...
...Tomé mi automóvil en la madrugada y me encontré con la gracia de Dios con unos hermanos, los Garzón, que me dieron un caballo brioso, me dijeron, tenga cuidado, pero es lo que tenemos y di la vuelta por otro lado y me trepé a un cerro y me arrodillé. Dios, ten misericordia. Todos los arrosales estaban bajo el agua. Estaban angustiados, nos tomamos de las manos con varios moradores y cuando regresé en la tarde se paró la lluvia. Cuando me vine ya no estaba lloviendo, dos días después ya los carros podían llegar casi hasta el Bayano, vino la Navidad y todo el mundo se olvidó... Dios hizo la obra y creo que eso pasará hoy", expresó.
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“No digo que esto va a parar mañana, porque no va a parar mañana.. lo que digo es que si oramos, Dios lo detendrá... Detén la mortandad o Dios.. Has volver los corazones a ti, que reconozcamos que sin ti no lo podemos hacer... que fuera de ti nada somos, que separados de ti nada podemos hacer, que tu gracia fluya en medio de la mortandad, en medio de la desesperación, de la angustia, de la histeria, aún en medio del pecado. Tú eres un Dios de amor, manifiéstate como lo que eres, Dios fiel, Dios de amor”, imploró.
“Sostén al pueblo, padre, hasta que mejore la situación...”, dijo y oró por los que han perdido sus trabajos, los independientes, por los que han perdido seres queridos.
“Ayúdanos padre, aún a las iglesias, incluso en las iglesias, queremos seguir alimentando a los niños, queremos seguir con estas transmisiones de radio y televisión y eso nos cuesta miles y miles de dólares cada día. Los pastores en sus templos necesitamos un milagro...delante de ti estamos, Señor... Los compromisos siguen. La obra misionera demanda, necesitamos un milagro, Señor".
“Estamos preocupados. Esta es la hora de la fe, es la hora de ver la maravilla de Dios. Detén la muerte, Señor, guárdanos padre”, manifestó de rodillas.
Hace dos días se fue a Colón con medidas de protección, cubreboca y guantes, y recorrió las calles, según dijo, orando por arrepentimiento, salvación, provisión y sanidad.
“Dios puede convertir las malas noticias en el inicio del mejor período de tu vida”, dijo.