Este martes, Transparencia Internacional (TI) presentó el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) correspondiente al año 2023, revelando que Panamá ha experimentado una disminución en su puntuación, pasando del puesto 101 al 108 en comparación con el año anterior. Esta caída, reflejada en la pérdida de un punto en el índice, destaca la persistencia de desafíos en la lucha contra la corrupción en el país.
Dinamarca se mantiene como el país menos corrupto del mundo, consolidando su posición con una puntuación de 90 por segundo año consecutivo. Mientras tanto, Panamá se ubica como el duodécimo país más corrupto en la región latinoamericana, revelando un panorama desafiante en la búsqueda de mayor transparencia y rendición de cuentas.
En el contexto latinoamericano, Uruguay lidera como el país menos corrupto, seguido de cerca por Chile y Costa Rica. Venezuela, Nicaragua y Haití, por otro lado, ocupan los tres primeros lugares como los países más afectados por la corrupción en la región.
François Valérian, Presidente de Transparencia Internacional, comentó sobre los resultados, destacando la urgencia de fortalecer los sistemas de justicia para combatir la corrupción.
“La corrupción seguirá ganando terreno hasta que los sistemas de justicia puedan castigar los actos indebidos e imponer controles a los gobiernos. Cuando la justicia es algo que se puede comprar o interferir políticamente, quienes sufren son las personas. Los líderes deben comprometerse plenamente con fortalecer y garantizar la independencia de las instituciones que aplican la ley y enfrentan la corrupción. Es momento de terminar con la impunidad de la corrupción”, señaló Valérian.
Este informe resalta la necesidad urgente de abordar la corrupción en todos los niveles y de manera integral, instando a los líderes panameños a tomar medidas concretas para fortalecer las instituciones y garantizar un sistema de justicia independiente y efectivo.