El Canal de Panamá llega este domingo a 107 años como “facilitador del comercio mundial”, pese al impacto de la pandemia de la covid-19, que aceleró cambios y obligó a prácticas sanitarias para guardar el bienestar de su equipo humano y de las tripulaciones de sus clientes, destacó la vía acuática.
Desde su inauguración, el 15 de agosto de 1914, la vía interoceánica “ha servido de atajo para más de 1.1 millones de tránsitos de embarcaciones, reduciendo distancia, tiempo y costos en el transporte de bienes, al tiempo que se impacta positivamente al ambiente”, indicó la Administración de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Además, resaltó que a partir de la transferencia del Canal a manos panameñas por Estados Unidos, en 1999, la vía acuática ha potenciado el desarrollo del país, operando como una “organización rentable y sostenible frente a las cambiantes condiciones del mundo de hoy”.
La ACP señaló que “nuestra Ruta Verde ha contribuido a reducir más de 830 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), al permitir que los buques ahorren combustible al atravesar una vía marítima más corta, y moviendo mayores volúmenes de carga a partir de la puesta en marcha del Canal ampliado, en junio de 2016”.
En ese sentido, el Canal se encamina a ser “carbono neutral” para el año 2030, reafirmando su “compromiso con la sostenibilidad” y la importancia de “reducir la huella de carbono en sus operaciones”.
“El mundo está exigiendo que las empresas ofrezcan servicios y productos que tengan muy poca huella de carbono, por lo que vamos a hacer las inversiones para adaptarnos a esa realidad, en línea con nuestra tradición ambiental”, afirmó el administrador de la vía acuática, Ricaurte Vásquez.
La ACP considera que un elemento primordial de su estrategia ambiental es “asegurar” el agua procedente de las fuentes hídricas de su Cuenca Hidrográfica, de donde se abastece a la mitad de la población del país, y es el insumo principal para la operación de la vía.
Recordó que con su ampliación, la vía interoceánica consolidó el rol de Panamá como punto de conectividad, propiciando que confluyan 180 rutas marítimas que enlazan 1.920 puertos en 170 países.
El marco legal del Canal de Panamá ha permitido que la vía se mantenga operando de manera rentable para beneficio del país desde su transferencia al mediodía del 31 de diciembre de 1999, con un modelo de gestión que garantiza sus aportes directos e indirectos para el desarrollo económico del país, resaltó la ACP.
EL IMPACTO DE LA COVID
A pesar del impacto de la pandemia, el Canal de Panamá continuó con el tránsito ininterrumpido y adoptó prácticas sanitarias para preservar el bienestar de su equipo humano y de las tripulaciones de sus clientes.
Los resultados operativos en el último año evidenciaron que la pandemia aceleró transformaciones que ya se asomaban en el horizonte del negocio en el que se desarrolla el Canal, como ocurrió con la consolidación de carga en buques de mayores dimensiones, lo que implica menos tránsitos pero mayor calado, según la administración de la vía.
“Como el Canal de Panamá no tiene un monopolio de las rutas que sirve, esto nos mantiene competitivos y añade valor al servicio que ofrecemos a nuestros clientes”, indicó Vásquez.
De allí que el Canal adelanta un sistema optimizado de administración de agua para atender las necesidades de la mitad de la población del país y de la operación de la vía a largo plazo, así como las inversiones que eleven la productividad y eficiencia de la ruta frente a las perspectivas futuras, explicó el administrador. EFE