En un esfuerzo por mejorar la respuesta judicial ante la violencia de género, el Órgano Judicial de Panamá, en colaboración con el Ministerio Público y con el respaldo de la Embajada de Estados Unidos, inauguró un taller especializado para fortalecer los conocimientos del equipo encargado de formar a futuros formadores. Esta iniciativa, liderada por la Unidad de Acceso a la Justicia y Género, se enfoca en la correcta aplicación del protocolo de acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia de género, poniendo un énfasis especial en la protección de mujeres indígenas y migrantes.
La magistrada de la Corte Suprema de Justicia, Angela Russo de Cedeño, fue una de las destacadas asistentes a esta jornada, que comenzó con las palabras de la asesora de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL) de la Embajada de Estados Unidos en Panamá, Aracelly Vega Sánchez. Durante su intervención, Vega subrayó la importancia de este tipo de capacitaciones para asegurar que la justicia en Panamá sea equitativa y accesible para todos, especialmente para aquellas mujeres que enfrentan violencia por razones de género.
Por su parte, la magistrada presidenta de la CSJ, María Eugenia López Arias, destacó que la capacitación continua es fundamental para garantizar que las víctimas de violencia reciban el apoyo y la protección que necesitan. “Es nuestro deber como administradores de justicia fortalecer nuestras competencias y las de todo el personal involucrado, para asegurar un servicio de calidad que verdaderamente proteja a las víctimas y a sus familias”, señaló.
El taller, que estuvo a cargo de las consultoras Natalia Barbero y Delia De Castro, no solo sirvió para compartir experiencias sobre el impacto del protocolo en la labor judicial, sino que también permitió a los participantes analizar enfoques criminológicos y la importancia de la colaboración en casos de violencia de género.
Este esfuerzo por reforzar el conocimiento y la aplicación de estos protocolos es un paso crucial en la lucha contra la violencia de género en Panamá, demostrando el compromiso del país con la justicia y la equidad para todas las mujeres, sin importar su origen o condición.