Las escuelas públicas en Panamá están en el ojo del huracán por una decisión que no ha pasado desapercibida: el cambio de uniformes tradicionales por polos escolares mucho más costosos.
¿Aumento justificado o negocio disfrazado?
Una docente levantó la voz y cuestionó el impacto económico de esta medida en los padres de familia. Cada polo cuesta hasta 10 veces más que la camisa tradicional, y en escuelas con 600 alumnos o más, la inversión de los padres supera los 20 dólares por estudiante. ¿Dónde queda ese dinero? ¿Quién se beneficia realmente con estos cambios?
Las opiniones están divididas
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Mientras algunos padres denuncian un abuso y un negocio encubierto, otros defienden la medida, argumentando que los nuevos uniformes son de mejor calidad y duran más.
Algunos comentarios fueron contundentes:
“Eso es un robo disfrazado. Nos obligan a comprar lo que ellos venden”
“Un sweater de buena calidad dura mucho más que una camisa que se rompe rápido”
“La gente gasta más en ir a la manicurista que en la educación de sus hijos”
¿Quién responde?
Los padres exigen transparencia y respuestas claras. ¡El gasto en educación no debe convertirse en un negocio más!
¿Es un simple cambio de uniformes o una estrategia para sacarle más dinero a las familias panameñas? La discusión está sobre la mesa.
¿Tú qué opinas?