En medio de una de las crisis sanitarias más dramáticas de los últimos siglos en el planeta, la vida nos da una oportunidad más para celebrar, ya sea individualmente o junto a seres queridos, un momento especial como es la víspera de Navidad.
Y aunque estamos en mejor condición que el año pasado, hay una amenaza latente surgida por la nueva variante de la covid-19: la ómicron.
Aún nuestras autoridades sanitarias no confirman la transmisión comunitaria de la nueva cepa y ya estamos registrando un dramático aumento de casos con positividades que superan el 5 %. Ello quiere decir que si el golpe no viene a la entrada, será a la salida.
Navidad y Año Nuevo son fiestas en las que sin duda queremos estar con los nuestros para abrazarlos, compartir y celebrar. Pero, ¿vale la pena hacerlo sin conciencia si después podríamos hasta perderlos para siempre?
Esta Nochebuena pásela en familia, pero promueva el cuidado, la bioseguridad, el uso de la mascarilla y ojalá todos tengan su esquema completo de vacunas.