Se cumplen los primeros 100 días del “Buen Gobierno”, que lidera el presidente Laurentino “Nito” Cortizo”. Varios han sido sus avances, pero en materia de seguridad le ha tocado constatar que no es lo mismo ver los toros desde la barrera.
Prueba de esto es que en una de sus últimas declaraciones pidió a la ciudadanía más tiempo para reducir la inseguridad.
“Estamos implementando en estos días que llevamos de gobierno un plan integral de seguridad”, manifestó.
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También aseguró que es un tema al que le están dando la más alta prioridad. “Tenga la plena seguridad de que en cuestión de meses nosotros vamos a tener un plan verdaderamente implementado que cubra todas las fases, no solo la parte institucional, no solo la parte de la resocialización, prevención”.
Lo que planteó Cortizo es combatir la delincuencia con más inteligencia y tecnología.
Pero mientras el mandatario pide paciencia, es la población la que adolece de la ola de robos, hurtos y homicidios.
A ellos hay que añadirles delitos como la violencia doméstica y abusos sexuales, sobre todo a menores, que también van en aumento.
Un crítico de la aparente improvisación en materia de seguridad es el ex candidato presidencial José Isabel Blandón, quien en más de una ocasión ha dicho que se está viendo mucha improvisación, cuando durante la campaña electoral Cortizo afirmó que tenían a las mejores personas y planes; sin embargo, eso no se aprecia.
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El dirigente panameñista destacó que el mes de agosto ya es considerado como el más violento de este año y que dicha situación está ligada a la falta de una política clara en materia de seguridad por parte de la actual administración.
Tan apremiante como la seguridad lo es la justicia. Y como lo dijo Cortizo en su discurso de toma de posesión: “No habrá intocables… ni aunque sean ministros… diputados… grandes empresarios… ¡Y empezando por el propio presidente!”.
El mandatario habló de restaurar una justicia eficaz, y aunque a él no lo habían elegido para fiscal, procurador, juez, magistrado o contralor, instaba a estos funcionarios a hacer su trabajo, pues ellos “se deben a la patria y a su propia conciencia… No a presiones políticas… Ni económicas… ¡Y menos a mí!”.
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Aun así, la población ha sido testigo de decisiones judiciales que hablan de una clara impunidad y desprecio a la ley.
