Luego de una semana de la llegada de las vacunas de Pfizer a Panamá las exigencias de transparencia siguen, pero el gobierno no da respuestas concretas.
Resulta que con la llegada del primer lote de 12 mil 840 dosis, en medio de un show, que todavía se recuerda por televisión, la rebatiña por recibir la primera dosis por personal de la salud cercano al gobierno se desató por todos lados.
Las protestas de intensivistas, médicos internos y personal que desde marzo del año pasado está en la línea uno de batalla contra la covid no se hicieron esperar.
Se señaló de inmediato que administrativos y médicos que nunca han visto pacientes en las instalaciones públicas fueron vacunados y eso motivó que el director de la CSS Enrique Lau dijera que si se comprobaba lo denunciado iban a ser despedidos, pero horas después aseguró que todos los que habían recibido la vacuna lo merecía y cumplían con los requisitos.
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Las protestas no pararon. El propio presidente Laurentino Cortizo lamentó la situación, pero no hizo nada. Solo dijo que se había molestado mucho.
La viceministra de Salud, Ivette Berrío, aseguró que se había vacunado a personal de salud que no estaba en la Fase I. E
El gobierno hizo cuatro simulacros y dijo que estaba listo para recibir la vacuna, pero las denuncias han dejado en evidencia una vez más la selectividad y falta de transparencia oficial.
La situación no tuvo explicaciones concretas y las protestas se extendieron por Panamá Oeste, Veraguas y otras zonas del interior del país, donde los médicos y personal de la salud se sentían burlados ante la decisión inhumana de las autoridades.
De inmediato los médicos que laboran en los hospitales privados no se quedaron atrás y denunciaron que ellos tampoco habían sido tomados en cuenta.
Todas estas situaciones han acorralado al gobierno de “Nito” Cortizo, a tal punto que la única forma de demostrar la transparencia en la vacunación de las primeras 12 mil 840 dosis era que presentara un informe con la lista de los vacunados.
El gobierno se comprometió con hacerlo, pero ayer martes en conferencia de prensa, el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, se refirió al tema de la vacunación de forma fugaz y no rindió ningún informe.
Esto fue lo único que dijo el ministro Sucre: “Tras una semana de haber llegado el primer lote de vacunas contra la covid-19 a nuestro país, el proceso de vacunación se mantiene, y hemos decidido responsablemente seguir vacunando a los profesionales de la salud que atienden pacientes positivos en salas, áreas de urgencias, Unidades de Cuidados Intensivos y UCRE”, destacó.
Agregó que: “es por ello, que en las provincias de Veraguas, Darién, Chiriquí, Panamá y Panamá Oeste se entregaron nuevas dosis para continuar con el esquema establecido”.
Y para sorpresa de algunos dijo: “A partir de este miércoles 27 de enero se procederá a vacunar a los profesionales de la salud de los centros hospitalarios privados, quienes atienden en las distintas salas que manejan pacientes la covid positivos”.
Ante la metida de pata de las autoridades y la presión del personal de Salud, el gobierno ha tenido que cambiar la estrategia y vacunar a más personal y ahora los que recibieron la primera dosis deberán esperar a que lleguen los demás lotes tal como lo prometió Pfizer para completar el proceso de dos dosis por persona.