Durante los últimos tres meses, el centro penitenciario de Llano Marín ha sido testigo de un renacimiento creativo entre sus internas. Gracias a un curso de arreglos navideños organizado por la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) y el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh), las mujeres privadas de libertad han encontrado en el arte una nueva forma de expresión y esperanza.
El taller, impartido por la talentosa instructora Melissa Picciotto, ha permitido a las participantes explorar el uso de la porcelana fría, una masa versátil con la que han decorado botellas, tazas y otros artículos reciclados, añadiendo su toque personal con pinturas acrílicas. Pero lo más valioso para ellas ha sido descubrir que, en cada pieza que crean, hay una oportunidad de emprendimiento. Estos adornos navideños no solo decorarán hogares, sino que también representan un posible ingreso que las ayudará a forjar un futuro mejor.

Daniela y Jessica, dos de las participantes, compartieron emocionadas cómo este curso ha sido una experiencia reveladora. “Nunca pensé que con algo tan simple como maicena y goma podría crear algo tan bonito y útil,” expresó Daniela. Para ellas, el taller no solo sacó a relucir talentos que desconocían, sino que también les dio una nueva razón para creer que pueden contribuir positivamente a la sociedad, incluso desde un entorno tan difícil.
Este curso no es solo una capacitación en manualidades, sino una lección de resiliencia, mostrando que, aun en circunstancias adversas, el espíritu creativo y la esperanza pueden florecer, como lo hacen los adornos navideños que ya llenan de color el centro penitenciario de Llano Marín.