Con la reciente inauguración del Corredor de las Playas, las condiciones de las calles que conectan con el resto de la vía han mejorado, pero solo de manera parcial. Aunque se promete un acceso más rápido a nuestras hermosas costas y provincias vecinas, muchos conductores experimentan la carretera como si estuvieran en una escena de “Rápido y Furioso”.
A pesar de los avances en la infraestructura, la falta de señalización y de iluminación adecuadas sigue siendo una bomba de tiempo que pone en grave riesgo la seguridad vial, con el potencial de desencadenar accidentes serios.
La situación es alarmante: en lo que va de 2024, la Dirección Nacional de Operaciones de Tránsito de la Policía Nacional ha registrado aproximadamente103 víctimas fatales por accidentes de tránsito en Panamá, lo que subraya la urgencia de mejorar las condiciones de las carreteras y prevenir tragedias futuras.
Las señales de tránsito son esenciales para mantener el orden y la seguridad en nuestras carreteras. Están diseñadas para regular el comportamiento de los conductores y garantizar un flujo vehicular seguro. Sin embargo, con calles amplias y poca iluminación, se ha creado un cóctel explosivo que invita a los conductores a acelerar al máximo, arriesgando la vida de todos en la vía.
Si a esto le sumamos la imprudencia de algunos conductores que parecen no tener miedo al peligro, los accidentes están al acecho. ¿Estás listo para una “carrerita” en la autopista? Más vale que pienses dos veces antes de dejarte llevar por la adrenalina, porque en este escenario, la seguridad no tiene precio.
Así que, queridos conductores, es hora de exigir mejoras en las señales de tránsito y la iluminación de nuestras carreteras. ¡La seguridad vial debe ser una prioridad! No permitamos que la falta de señales convierta nuestras carreteras en una pista de carreras peligrosa. Recuerda, ¡tu vida y la de los demás están en juego!