Este martes, Panamá fue incluida en la “lista negra” fiscal de Países Bajos, un movimiento que el presidente José Raúl Mulino no tardó en calificar de injusto y absurdo. “Rechazo enérgicamente la inclusión de Panamá en esa lista por criterios fiscales que nada tienen que ver con nuestra jurisdicción”, expresó enérgico Mulino en su cuenta de X (antes Twitter), señalando que la decisión se basa en reglas fiscales europeas sin fundamento en la legislación panameña.
Rechazo enérgicamente la inclusión que hace Países Bajos a Panamá en su lista negra por temas fiscales que atañen a su jurisdicción y no a la nuestra. Daré instrucciones a Cancillería para que la formalice como corresponde. Mientras, sus empresas no podrán participar en ningún…
— José Raúl Mulino (@JoseRaulMulino) October 30, 2024
Panamá pone las cartas sobre la mesa
Molesto con la inclusión, el mandatario panameño instruyó a la Cancillería para presentar una protesta diplomática formal y lanzó una advertencia: si no retiran a Panamá de la lista, el país podría vetar a empresas neerlandesas de participar en licitaciones y contratos con el gobierno panameño, cortándoles el acceso al mercado local. Además, Panamá considera ahora un cambio de postura en votaciones y decisiones de organismos internacionales donde coincide con los Países Bajos.
¿De qué va esta lista negra?
La lista, publicada por el Ministerio de Finanzas de los Países Bajos, cataloga como “no cooperativas” a las jurisdicciones con bajos impuestos, incluyendo aquellas con tasas inferiores al 9%. Estos países, según dlapiper.com y el sitio mondaq.com, podrían facilitar “estructuras tributarias abusivas” y atraer empresas que buscan beneficios fiscales.
La reacción de Mulino deja clara la postura de Panamá: “No aceptaremos señalamientos que afectan nuestra economía y soberanía fiscal”.