El arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, dedicó la homilía de la Eucaristía de este domingo 3 de mayo a las bodas de oro del Seminario Mayor San José.
Ulloa no dudó en decir que existe una “merma vocacional” y que urge recuperar el cariño por el seminario, que en los últimos 25 años ordenó poco más 100 sacerdotes.
“Esto no nos debe llevar a la tristeza pesimista y estéril”, dijo Ulloa en la homilía. “Hoy, más que nunca, queremos que siga latiendo con fuerza”.
Monseñor agradeció la labor de personas como monseñor Marcos Gregorio McGrath, monseñor José Dimas Cedeño en la creación y el mantenimiento del seminario, que fue fundado el 1 de mayo de 1970.
Para Ulloa, McGrath y Cedeño supieron motivar a los bienhechores generosos para que el seminario se estableciera.
También mencionó a la profesora Rosa América de Vásquez, pieza clave en la organización de la Cena de Pan y Vino, evento que recoge fondos para los seminaristas.
SÍ A LA VOCACIÓN
Ulloa aseguró que “no es fácil hablar de vocación”, pues el futuro de niños y jóvenes se plantea en base a una profesión o situación económica.
“No es antinatural proponer a un niño que se plantee ante el Señor”, manifestó. Se necesita una “implicación personal, familiar y comunitaria en la promoción de las vocaciones al sacerdocio”
Para el arzobispo metropolitano hay que “ayudar a discernir si Dios llama al sacerdocio”.
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Asimismo le pide a los niños y jóvenes a que se pregunten “¿Señor, qué quieres que haga con mi vida?”.
“Si ellos sienten la llamada al sacerdocio, ayudemos a responder con alegría”, agregó.