David celebró el pasado sábado 27 de abril la consagración de su nuevo obispo, Monseñor Luis Enrique Saldaña Guerra, en una ceremonia cargada de emoción y espiritualidad que tuvo lugar en el centro deportivo La Basita.
El evento marcó un nuevo capítulo para la Diócesis de David, tras la renuncia de su anterior obispo, José Luis Lacunza, el pasado 15 de febrero. La comunidad eclesiástica y los fieles de la región se congregaron en un ambiente de júbilo y devoción para recibir a Monseñor Saldaña, quien asumió su nuevo rol en medio de aplausos y cánticos religiosos.
Durante su discurso, el Obispo Saldaña destacó su compromiso con la comunidad local, prometiendo un enfoque inclusivo y de apoyo constante a los jóvenes, los pueblos indígenas, los migrantes y todos los residentes de David.
“Estoy aquí para acompañar a cada uno de ustedes en la búsqueda constante de Dios y para enfrentar juntos los desafíos que presenta nuestra sociedad,” afirmó el Obispo.
El acto contó con la presencia de numerosos invitados especiales, entre ellos, delegaciones de diversas iglesias y grupos ecuménicos, así como amigos y familiares de Monseñor Saldaña, quienes expresaron su apoyo y alegría por su designación.
“Tenemos muchos retos que afrontar al frente de la Diócesis de David, pero estoy seguro que contaremos con la ayuda y disponibilidad de todas las pastorales y la comunidad en general,” añadió el Obispo, manifestando su entusiasmo y gratitud.
La ceremonia no solo fue un momento de celebración, sino también de renovación de la fe y la esperanza en la región, con un liderazgo que promete ser cercano a su gente y responder a sus necesidades espirituales y materiales.
Así, con un espíritu renovado y una visión clara para el futuro, Monseñor Luis Enrique Saldaña Guerra comienza su jornada como líder espiritual de la Diócesis de David, con el corazón puesto en servir y guiar a su comunidad hacia un camino de amor, paz y unidad.