Como nunca antes los partidos políticos llegan a un proceso electoral con mucho lastre, lo que según algunos analistas políticos, pudiera brindar cierta ventaja al denominado grupo de aspirantes “independientes”.
Debido a ello, muchos políticos con arraigo partidista de toda la vida han querido pasar agachados ante un electorado que viene siendo bombardeado con iniciativas ciudadanas, como la no reeleción y renovación de los distintos cargos.
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Eso hizo el expresidente de la República Ricardo Martinelli, quien lanzó sus candidaturas a la alcaldía capitalina y como diputado por el circuito 8-8 por la vía de la libre postulación.
Luego que logró inscribirse y obtener las firmas necesarias, desechó esta opción una vez el partido que él creó y cuya dirección perdió en una contienda interna, Cambio Democrático (CD), le volvió a abrir las puertas para correr en su papeleta y la de su aliado Alianza.
Quiénes son
Pero Martinelli es solo uno de los tantos casos de “políticos con piel de independientes”.
Ante la carencia de una norma que regule la figura de la libre postulación, sobran los políticos que al no obtener la posición para correr -ya sea en primarias o porque el cargo se reservó- optan por ponerse la camiseta de independientes.
Gerald Cumberbatch, alcalde de San Miguelito, es uno de ellos. Busca su reelección bajo la figura de la libre postulación.
Otro que busca una alcaldía por esa vía, pero la capitalina, es Raúl Rodríguez, quien hasta octubre del 2017 y tras 11 años militó en CD.
Pero qué decir del aspirante presidencial independiente Marco Ameglio, quien en su larga militancia política ha pertenecido a varios partidos. Ahora es el más independiente.
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Pero así como los hay con viejos ADN partidistas, también se dan casos de nuevas figuras que buscan postulaciones a distintos cargos por la vía independiente, pero que favorecen a los partidos y a sus figuras.