José Ramón “Pepe” García, un docente con más de 40 años de servicio en la educación pública de Panamá, quien pese a las adversidades de la vida ha dedicado sus años a mejorar la calidad de enseñanza para los alumnos y las condiciones para los docentes.
En este Día del Educador Panameño, García quiere felicitar a todos sus colegas que aportan su milla extra a la enseñanza, de aquellos que están en zonas de difícil acceso, que atienden a cada alumno como un hijo y a cada padre de familia como un amigo.
El profesor quien labora en el Instituto Dr. Alfredo Cantón en Paraíso San Miguelito desde 1985 narró que nació en la comunidad de El Guabito en Bocas del Toro muy cerca del limite con Costa Rica y el río Sixaola. Allá hizo sus estudios primarios y secundarios, tierra de la que se siente orgulloso por llevar su cédula número uno.
“Entré como oyente, pero como en casa siempre nos ponían a escribir en los cuadernos y mi papá nos hizo un tablero, tenía algo de conocimiento, me avanzaron de grado. Para ese entonces en la primaria me preguntaron qué quería ser cuando grande y bueno contesté que mecánico.
Estando en secundaria no pensaba en ser educador, pero fue un docente de la materia de Relaciones entre Panamá y Los Estados Unidos que lo motivó, pero decidió por Psicología, pero llegó tarde a las pruebas y es así como se va a la Facultad de Educación. Han pasado más de 40 años y no se arrepiente de haber escogido ser profesor de Geografía e Historia de la Universidad de Panamá.
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García está consciente que el otro año, debe estar entrando en la jubilación y que sabe que tiene que dar oportunidad a los nuevos docentes, lo que conocemos como el “relevo generacional”, pues ya aporte a la educación. “Empecé a laborar en 1979 en Bocas del Toro y aún no había terminado mi tesis, por eso cobraba 280.00 mensual, pero luego con mi título subió a 380.00″, recordó el docente entre risas.
El profe también formó parte de la Asociación de Profesores, por dos periodos donde lucho y expresó sus convicciones para beneficio del gremio. Esta fue una experiencia muy formadora, porque todos sabemos que en el sistema educativo hay muchos problemas y que la pandemia evidenció más las carencias, luchamos contra la inequidad, queremos que los docentes sean mejores, la educación y que los padres colaboren con su parte.
Durante estos 40 años, García ha podido observar que los estudiantes de antes se preocupaban por aprender, pero tenemos que ver que ahora los jóvenes se enfrentar a una serie de situaciones sociales que los afecta y hay que poner la vista en eso. “Los estudiantes siempre tengan presente aquellas lecciones de vida que uno le da, como decía el Dr. Alfredo Cantón: no se estudia para la escuela, sino para la vida.
Este próximo 21 de diciembre se cumplirán 14 años desde que la vida del profesor García dio un giro de 180 grados, en un accidente en la vía Transístmica, lo dejó en una silla de ruedas y con otras padecimientos. “Ese primer año fue muy duro, siempre fui muy activo y bueno me tocó aprender a luchar y a salir hacia adelante”, recordó.
Hoy día quiero dar gracias a Dios por la vida, a mi incondicional familia que han estado conmigo en los momentos más difíciles, a mis amigos, a los docentes del Instituto Dr. Alfredo Cantón quienes me apoyaron de manera moral y material en mi situación. “Hasta el último día de vida que Dios me permita estar aquí en la tierra, estaré muy agradecido con todos aquellos que me extendieron su mano”, expresó el docente.
El profesor aconseja a los estudiantes a luchar sin desmallar por sus ideales por sus metas y sueños.