El creciente número de avistamientos de cocodrilos en áreas urbanas ha encendido las alarmas de las autoridades ambientales en Panamá.
El Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) advierte que este fenómeno no responde a un incremento en la población de estos reptiles, sino más bien a la expansión urbana que está desplazando a los cocodrilos de sus hábitats naturales, lo que conlleva un mayor riesgo de interacciones con la población.
Eric Núñez, jefe de Biodiversidad de MiAMBIENTE, explicó que la deforestación, el desarrollo urbanístico, la expansión de la frontera agrícola y la contaminación de los cuerpos de agua son los principales factores que han provocado la reducción de los espacios que tradicionalmente ocupan estos animales.
“No se trata de que haya más cocodrilos, sino de que tienen menos lugar donde vivir”, indicó Núñez, resaltando que esto incrementa las probabilidades de avistamientos y accidentes en zonas cercanas a cuerpos de agua.
Los cocodrilos, a pesar de su imponente apariencia y fama de ser peligrosos, desempeñan un papel vital en el equilibrio de los ecosistemas acuáticos, actuando como reguladores de la población de otras especies y facilitando el reciclaje de materia orgánica.
No obstante, la percepción negativa y el desconocimiento sobre su comportamiento han generado situaciones de conflicto con los humanos.
Las autoridades subrayan que los ciudadanos deben tomar precauciones si encuentran un cocodrilo fuera de su entorno habitual.
Entre las recomendaciones figuran evitar nadar en zonas donde se sabe que habitan estos reptiles, mantener a las mascotas alejadas de los cuerpos de agua y nunca alimentarlos, ya que esto puede alterar su comportamiento natural.
Además, MiAMBIENTE recuerda que los cocodrilos son especies protegidas tanto por la legislación nacional como por acuerdos internacionales, como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
La caza de estos animales está prohibida, y es fundamental para la conservación del equilibrio natural que la población respete estas normas.
Para mitigar los riesgos, el Ministerio continúa promoviendo programas de educación y sensibilización para informar a la comunidad sobre cómo coexistir de manera segura con los cocodrilos.
El propósito es reducir los accidentes y garantizar la protección de la vida silvestre. Ante cualquier avistamiento, MiAMBIENTE insta a la población a reportar el caso a través del 311, para que el personal especializado pueda gestionar la situación de manera adecuada.